Nota: en el artículo
hablo de “bebé” y “niño”, pero me estoy refiriendo a niños y niñas.
Criar un bebé es una tarea difícil, por varios motivos: para
el bebé es difícil ser bebé, y para el adulto, es difícil acompañar a alguien que
lo está pasando mal. El bebé emite señales y el adulto debe interpretarlas, éste
y no siempre lo logra.
Para colmo, vivimos en una época en la que los conceptos acerca
de la crianza son diversos, diametralmente opuestos me atrevería a afirmar. Se suelen
encontrar artículos en los que se recomienda dejar llorar al bebé para que “no
le tome el tiempo al adulto”, y otros en donde se fundamenta por qué hacer
semejante cosa es perjudicial para el niño.
Se recomienda estimular al bebé para que desarrolle sus
potencialidades al máximo, y otras voces desrecomiendan rotundamente la
estimulación, porque explican que en realidad limita el desarrollo. Y así las
jóvenes madres se encuentran en la disyuntiva de elegir de acuerdo al fundamento
con el que se identifican, aquél que les hace más sentido, o quizás aquél que
ha primado en su familia como hábito de crianza, sin cuestionamiento alguno
acerca de sus posibles efectos.
No ha de faltar el temido comentario del entorno mayor “a ti
te hemos criado así y bastante bien has salido” o lo que es peor aún, cuando
los mismos padres justifican enfoques nocivos de crianza con el “a mí me han
criado así y soy una persona de bien”.
Pero, entonces ¿cómo saber? ¿qué está “bien” y qué está “mal”?
Existe al menos una respuesta inequívoca que nos puede guiar
en todo momento, y esta respuesta es LA FISIOLOGÍA. La fisiología es el
comportamiento espontáneo del organismo para regularse y desarrollarse. Es inequívoca,
indispensable e inevitable. Tiene una expectativa que debe ser satisfecha. Un ejemplo
muy sencillo de la necesidad de satisfacción de la fisiología es el sueño. Si no
llegamos a dormir la cantidad necesaria de horas, comenzamos a debilitarnos, a
fallar en nuestras acciones y si seguimos sin respetar esta necesidad, finalmente
redundamos en un deterioro generalizado de la salud.
Si nos alejamos de
ella, enfermamos físicamente. Si nos seguimos alejando, enfermamos
psíquicamente.
Dos errores graves que los adultos cometen durante la
crianza de sus hijos.
1 NO ATENDER LAS SEÑALES DEL BEBÉ.
Hablando acerca de lo que un bebé necesita, desde el punto
de vista de la fisiología, es contacto permanente con el cuerpo de su madre,
lactancia a respuesta, atención personalizada (por ejemplo durante el cambio de
pañal, no hacerlo de manera mecánica ni estandarizada, sino contándole al bebé
qué se le está realizando en su cuerpo). Todas estas satisfacciones lo
convertirán en un ser seguro, porque las respuestas que obtiene de su entorno
le confirman lo que estuvo sintiendo. Un bebé que llora por el motivo que sea
(hambre, sueño, miedo) y no es atendido, comienza a confundir sus propias
sensaciones, con válidas o no válidas. Porque si fuesen válidas, serían
atendidas, ¿verdad? Y entonces si nadie se ocupa de ellas, es que lo que le
ocurre no es importante, o no es correcto que le ocurra. Con el tiempo, el bebé
aprende a no emitir señales de disconfort. Este patrón de “no pedir”, de
sumisión ante el disconfort, ya está formateado en su cerebro y a menos que en
su vida consciente pueda observar que se trata de un aprendizaje forzado, pero
antifisiológico, y por lo tanto trabajar para revertirlo, esta persona estará en
realidad preparada para someterse a las decisiones de otras personas, por más
caro que sea el precio a pagar por esta sumisión.
No atender las necesidades del bebé conlleva a consecuencias gravísimas, muchos autores se han ocupado de describirlas, sólo he apenas esbozado con ligereza un tema que ha sido descripto en volúmenes enteros.
2 LA ESTIMULACIÓN
Este punto es muy extenso y aparentemente muy controversial.
Sugiero que se lo lea con detenimiento para no perder detalle, porque será muy
necesario tener claros los argumentos para poder esclarecer la posición tomada
al respecto.
Creer que el bebé necesita ser estimulado para desarrollar
su potencial es la idea que más difusión tiene hasta el día de hoy. Ya sabemos
que dejar llorar a un niño es nocivo para su cerebro. Hay estudios que lo
confirman. Incluso datos duros, imágenes cerebrales de niños expuestos al
llanto y sufrimiento que demuestran que su cerebro tiene un desarrollo más
pobre que aquel niño que conoce las respuestas adecuadas a sus necesidades. Pero
sobre la estimulación, no hay mucho desarrollado aún, o al menos que esté
masivamente difundido. En todas las carreras enfocadas a los tratamientos de
personas de cualquier edad con algún déficit, la orientación siempre es a la
estimulación. Soy Musicoterapeuta y doy fe de ello. Las profesionales formadas
(y formateadas) en otras carreras
análogas (terapia ocupacional, estimulación temprana) dan cuenta de este
enfoque. “El niño tiene que“es el mandato silencioso que tienen en su cabeza
todo el tiempo. Considero necesario definir a qué llamo “estimulación”. Es una
experiencia artificial, no creada por el niño, pero sí para él, destinada
generar una respuesta que satisfaga al adulto o a las expectativas que el
adulto tiene de determinado niño o de un grupo. Se basa en los resultados a los
que un niño llega, o a niveles evolutivos esperables (estimular a un niño a
realizar determinado movimiento con alguna parte de su cuerpo, el ejemplo más
común es colocar el niño boca abajo para que levante la cabeza y “fortalezca”
la musculatura paravertebral cervical), procurando anticiparse a lo que sabe
que ocurrirá espontáneamente, y desarrollando una técnica que supuestamente
provocará dicho resultado.
Someter a un niño
tanto a sesiones de estimulación como a experiencias estimulatorias lo lleva a
creer que no puede lograr nada por sí mismo. Formatea su cerebro en el modo “necesito
ayuda”*, yo solo no sé /no puedo/no se me ocurre/no soy capaz.
* Esta combinación con la anterior “cuando necesito ayuda no
la obtengo” puede ser catastrófica para el niño, porque lo lleva a un estado de
indefensión y sometimientos muy profundos. En definitiva, el adulto lo “ayudará”
cuando crea conveniente.
El niño pierde toda libertad de acción y creación. Su mirada
queda enfocada hacia el adulto, como pidiendo permiso o preguntando si así “está
bien”, está haciendo lo que se esperaba de él.
¿Qué más se pierde? La espontaneidad, la curiosidad, la riqueza
de aprendizaje, el orden genuino y la manera en el que el desarrollo iba a
ocurrir.
¿Qué se obtiene?
·
Una relación estímulo – respuesta. El niño
responde siempre y cuando exista el estímulo. Pero cuando este no existe, ¿qué
hace entonces el niño? En el mejor de los casos, pide. En el peor, espera.
·
Pobreza de acciones y de iniciativa: el niño sólo
aprendió a ejecutar aquello para lo que se lo ha entrenado. A veces voy a las
plazas (a sufrir, sinceramente) y observo a los niños jugar y a sus
acompañantes. Muchas veces son sus madres, algunas ocasiones su padres, algunos
abuelos y personal doméstico, niñeras, etc. La escena del niño que pierde el equilibrio,
cae al suelo, queda inmóvil (ni siquiera atina a intentar levantarse) el adulto
se acerca y lo pone de pie como si se tratara de un maniquí, se ha repetido
delante de mis ojos con todos los adultos que he mencionado. El patrón instalado
es grave: no sabemos si no sabe ponerse de pie, o si no cree que puede hacerlo,
o si cree que no le está permitido.
·
Limitación de movilidad. Dos ejemplos:
1. El gateo es parte indispensable del desarrollo
de la motricidad. Es precursor de la marcha en la coordinación y en la gestión
del equilibrio. Los niños que son puestos en posición sentada por parte de los
adultos no aprenden a salir de dicha posición, porque no construyeron la
llegada, no pueden deconstruir la salida. Muchas veces como consecuencia no
llegan a desarrollar el gateo. A veces logran desplazarse dando saltitos con el
trasero. Otras ni siquiera lo intentan. El adulto determinó que debía quedarse
en ese lugar con sus juguetes, y allí queda, a veces horas. O llora.
2.
La colocación en decúbito ventral, desde ahora DV(panza
abajo) para que eleve la cabeza y ejercite la musculatura del cuello. El bebé,
si es colocado de espaldas, logrará dominar la rotación de su cabeza y el
precario equilibrio que implica mantener alineada su columna en sus diferentes
segmentos (cabeza, cervicales, dorsales lumbares y sacro-pelvis) antes de
animarse a cambiar de posición en el espacio. Luego va tanteando colocarse de
costado hasta que finalmente logra colocarse por sí mismo en DV. Para lograrlo,
ha elevado sus piernas millones de veces, a tonificado su musculatura
abdominal, ha integrado todo su cuerpo en el movimiento. Cuando llega por sí
mismo a la posición boca abajo, domina muchas posiciones intermediarias y hace
todo de manera voluntaria y electiva. En cambio si es colocado de muy pequeño
en DV , el bebé se ve forzado a levantar la cabeza repetidas veces porque la
posición resulta muy incómoda (muchos bebés suelen llorar cuando el adulto los
coloca en esa posición) interfiere con la respiración, y el movimiento, lejos
de ser voluntario, es REFLEJO y defensivo. Lo hace porque no puede hacer otra
cosa, pero tampoco puede seguir así. Dicha ejercitación disocia además el
funcionamiento de las cadenas musculares. El bebé no integra el movimiento con
toda la musculatura paravertebral, porque aún no la “ha conectado” a su
conciencia y sus sistema nervioso aún no se ha mielinizado como para lograr
dicha conexión. Provoca distensión abdominal (recordar que el bebé necesita
abdominales tonificados para lograr sentarse), por lo que finalmente esta
posición termina por obstaculizar el desarrollo de la motricidad: el bebé no se
sentará, lo sentarán, no gateará, tendrá un equilibrio precario, lo pondrán de
pie, lo obligarán a caminar, porque no hace nada por sí mismo y “necesita
estimulación”.
BEBÉ QUE HA SIDO COLOCADO EN DV SIENDO DEMASIADO PEQUEÑO. PADECE EL PESO DE SU CABEZA. |
BEBE QUE ESTÁ APRENDIENDO A GIRAR SOBRE SI MISMO DE MANERA AUTÓNOMA. OBSERVAR TODO SU CUERPO INTEGRADO AL MOVIMIENTO Y A LA POSTURA
BEBÉ QUE HA LOGRADO DARSE VUELTA POR SÍ MISMO
Finalmente el niño termina
haciendo todo, caminar, etc., (recordar, la fisiología es inevitable) y el
adulto, en su mala lectura, cree que fue gracias a su intervención.
No ve que la pérdida de la
iniciativa lo convierte en esclavo de sus intervenciones, porque el niño pide y
demanda que se ocupen de él, porque ha perdido la oportunidad de conocerse y
hacer lo que le gusta.
Este tipo de experiencias forma
parte de los factores que generan a un niño con poca capacidad para gestionar
su frustración, con enorme sensibilidad, que estalla en llanto “de la nada”,
que siempre está enojado o con el ceño fruncido, y con predisposición a la
violencia.
La frustración es precursora de
estas situaciones y un niño cuya fisiología del desarrollo ha sido
sistemáticamente frustrada, padece de un desajuste biológico, y también
emocional, como describí al principio del artículo.
¿Entonces?
Por último, no estimular no es
abandonar. Ni tampoco dejar que haga lo
que quiera. Es acompañar. Estar junto a mientras hace. Pero no hacer-le
(sentarlo, rodarlo, etc.). Si el niño no sabe que existe la postura a la que
algún día llegará, tampoco tiene la ansiedad por alcanzarla. Disfruta de su aquí y ahora, porque eso es su máximo en este momento. Se permite posarse y
transitar su camino con total placer y tiempo para conocerse y conocer el mundo
que lo rodea.
El adulto es el responsable de
brindar un entorno seguro, vestimenta adecuada, que no limite los movimientos y
permita éxito total en su autoexploración, y la del entorno. Mostrará el
encuadre, cuál es su espacio destinado a su actividad, con qué elementos podrá experimentar,
qué se puede hacer y qué no. Son los niños que llegan a un lugar y observan
absolutamente todo el espacio antes de decidir qué hacer. No tienen apuro por
abalanzarse, más bien todo lo contrario. Evalúan muy bien dónde están, con quiénes, qué pueden hacer y con qué. No es desconfianza, es prudencia. Son cuidadosos de sí mismos y de los otros niños. No molestan, y tampoco
permiten que los demás lo hagan.
Incluso, respecto de las
situaciones de prematuridad, síndrome de down, hipotonía, etc. (diagnósticos
ante los cuales hay una indicación casi directa e inmediata de estimulación), tiendo a ver a
ese niño como perfecto tal cual es, (no necesita alanzar un ideal) y a observarlo respetuosamente para
determinar si realmente es necesaria o no, una intervención. La indicación de intervención
debe ser sumamente cuidadosa y destinada a afinar sus habilidades, para
ayudarlo a estar más conforme con sus propios resultados. Por lo pronto,
deberán ser realizados a un niño que sea consciente de sí mismo, y que él pueda
administrar cuánto, cuándo y qué, con el objetivo permanente de que siempre se
sienta dueño de su destino.
A veces me pregunto para qué
existen tantos cursos de desarrollo personal. He formado parte de algunos, y la
mayoría de las personas que participaban, expresaban disfunciones profundas, hablaban de su
infancia y de las enormes limitaciones que padecieron por parte de sus adultos.
Como para pensarlo.
Ejercicio: comparto diferentes ejemplos de actividad autónoma y actividad dirigida.
Observarlos y preguntarse cuál genera sensación d comodidad y placer, o frustración y malestar. Bien, ahora imaginar lo que podría producir en el propio niño.
4 horas de juego en 5 minutos un bebé hace de todo, sin intervenciones del adulto.
un encuentro de juego libre niños que se organizan en el juego de manera autónoma
Hola Melina muy interesante tu post, pero me deja muy angustiada ya que por desconocimiento de estas consecuencias hemos sentado a mi beba antes que ella lo hiciera solita. Hoy con 15 meses está dando sus primeros pasitos pero como lo describes, es muy dependiente de un adulto. Que se puede hacer para revertir la situación? Para que supere esa frustración causada por nuestra culpa?
ResponderEliminarGracias!
hola mariela. en principio como con todo error cometido y reconocido, una vconversación honesta en donde le cuentes que se dieron cuenta de que lo que estaba haciendo la perjudicaba. que decidieron no ayudarla porqu esop le impide aprender. pero que si ella se siente insegura puede tomarse de ustedes,como si fueran un mueble. es decir, el equilibrio lo comenzará a gestionar llapot completo. ustedes solo le brindarán presencia, pero no la sostendrá, que ella decida cuando, cuanto, como sostenerse. eso debe quedarle claro para no sentir que "No la quieren ayudar", que no se sienta rechazada o no cuidada.
Eliminarhola mariela. en principio como con todo error cometido y reconocido, una vconversación honesta en donde le cuentes que se dieron cuenta de que lo que estaba haciendo la perjudicaba. que decidieron no ayudarla porqu esop le impide aprender. pero que si ella se siente insegura puede tomarse de ustedes,como si fueran un mueble. es decir, el equilibrio lo comenzará a gestionar llapot completo. ustedes solo le brindarán presencia, pero no la sostendrá, que ella decida cuando, cuanto, como sostenerse. eso debe quedarle claro para no sentir que "No la quieren ayudar", que no se sienta rechazada o no cuidada.
Eliminarhola mariela. en principio como con todo error cometido y reconocido, una vconversación honesta en donde le cuentes que se dieron cuenta de que lo que estaba haciendo la perjudicaba. que decidieron no ayudarla porqu esop le impide aprender. pero que si ella se siente insegura puede tomarse de ustedes,como si fueran un mueble. es decir, el equilibrio lo comenzará a gestionar llapot completo. ustedes solo le brindarán presencia, pero no la sostendrá, que ella decida cuando, cuanto, como sostenerse. eso debe quedarle claro para no sentir que "No la quieren ayudar", que no se sienta rechazada o no cuidada.
Eliminarhola mariela. gracias pro tu comentario, lamento que te angustie. la idea es no prolongar el error, pero para ello primero hay que verlo. sería muy bueno que se pusiera la familia entera de acuero en ya no intervenir los movimientos de tu hija. y que le comuniques que te diste cuenta de que en realidad las ayudas que buscaban proporcionarle no eran tan buenas como creían. lleva su tiempo a un niño sentir que no lo ayudan porque no lo quieren o no les interesa sino por todo lo contrario. hay que redoblar presencia,NO RECHAZAR su manito si la pide, pero quedarse quietos como muebles y esperar a que el niño sea el que se mueva. siempre recordandole el motivo. las actividades libres sirven (encuentros de juego, ir a chapotear a una pileta bajita SIN INDICACIONES DE LO QUE DEBE HACER) te adjunto 2 articulos http://mater-pater.blogspot.com.ar/2014/11/las-ayudas-que-en-realidad-no-lo-son.html
ResponderEliminarhttp://www.alfiekohn.org/parenting/muybien.htm
Hola! Me encantó el post lo que me lleva a preguntar, preguntarme, mi bebé tiene 4 meses y tres semanas de da vuelta y hace el avioncito hizo lo que se ve en las imágenes pero últimamente hay momentos en los que grita mucho, yo le digo que el puede hacer lo que se proponga que si quiere avanzar el puede que no enoje y deje de intentarlo por eso, le digo que descanse y lo vuelva a intentar, a veces lo vuelvo boca arriba, unos segundos y otra vez boca abajo a quejarse, lo termino alzando en brazos pero no siempre parece ser eso, como puedo darme cuenta si es por frustración al no avanzar o darse vuelta boca arriba? Observe eso también que deja un brazo abajo como probando volver a la primera posición pero no es siempre. Muchas gracias!
EliminarSiempre es genil leerte Meli. Olivia con su hipotonía empezó a caminar a los 22 meses. Esperamos pacientemente su gateo, que inició a los 15 meses, allí empezo recien a sentarse sola. Hoy con 3 años aun le cuesta un poco subir o bajar escaleras, saltar con ambos pies, pero seguimos confiando en su cuerpo y en su desarrollo. Supongo que todo habría sido muy distinto si no te conociamos, una catarata de intervenciones "estimulantes" le habrian caído encima... por suerte la idea de desarrollo autonomo llegó a Jujuy. Besos
ResponderEliminargracias Laura por tu aporte, muy valioso!
Eliminarexcelente la propuesta. Sobre todo por la mirada respetuosa hacia el bebé. Con esta actitud; es posible acompañar sin invadir y darle por fin al niño la calidad de sujeto de derecho. Gracias
ResponderEliminarMuy buen artículo, gracias. En mi caso tengo una duda, nosotros hemos intentado siempre dejarlo en el suelo con movimiento libre. A los 6 meses empezó a darse la vuelta pero muchas veces no puede volver a la posición inicial y llora. Me pongo al lado para animar, pero no lo consigue siempre. Y a veces debo ayudarlo. En la cama al ser más blando lo suele hacer solo, pero en el suelo no. Que hago? Lo ayudo o no?
ResponderEliminarMuy bueno el artículo, gracias. Tengo una duda, a mi hijo de 6 meses lo solemos dejar en el suelo boca arriba y empezó a darse la vuelta, pero hay momentos en que no consigue retornar y empieza a llorar. Me suelo poner al lado para animar pero a veces no lo consigue y le suelo ayudar a darse la vuelta. En la cama lo hace más fácil, pero en el suelo al final lo ayudamos. Hacemos bien? Como podemos ayudar?
ResponderEliminarMe interesa porque nos sucede lo mismo, se angustia al punto de llorar y los abuelos lo dan vuelta enseguida y lo empezaron a sentar, yo no lo hago cuando estoy sola con el (q es la mayor parte del tiempo)pero me preocupa cuanto lo puede llegar afectar esto? El ya se acostumbro a q lo sienten y le gusta mucho porque se puede mantener y como festeja todos lo quieren sentar! Como puedo hacer para revertir esta situación?
Eliminaren ese caso sería bueno que lo acompañes gentilmente con tus anos y tus palabras, diciendole uqe lop vas a poner en una posicion en donde si dominaba el equilibrio. y con suavidad lo regresas igual que como fue. no lo cambies de posicion de horizonatl a vertica, no lo despegues del suelo, simplemente lo regresas un poco. no al punto de inicio porque va a encallar nuevamente
ResponderEliminarhola Melina muy interesante el articulo,la verdad hace poco que te sigo y me gusta mucho lo que publicas,soy mama de vicente 3 años recien cumplidos como estaban comentando intervenimos mucho en sus primeros meses y años,recien ahora apartir de leerte estoy tratando de cambiar los avitos.estoy esperando otro por eso me sirve mucho para no volver a cometer esos errores
ResponderEliminarMañana tenia un turno por primera vez para ver a una estimuladora temprana;acabo d leer este post y definitivamente no voy a asistir. Mi bebé tiene 7 meses y medio,rola y mantiene bien erguida su cabecita,aun no se sienta y es algo q en algun momento llegó a preocuparme ya q veo q la mayoría de los bebes a los seis meses ya comienzan a comer porque se sientan por si mismos,pero otra parte d mi me dice tranquila cada bebé es diferente y va a su debido tiempo. hace dos semanas comenzó tratamiento con ortesis craneal por una condición de aplanamiento en uno d sus lados d la cabecita, y fue aca q llegue a plantearme si seria necesario "estimular" para q pueda llegar a sentarse porq por el peso del casco podria tardarse mas tal vez. Pero me siento bastante ignorante con mi pensamiento planteado. Y me encuentro en q no se q hacer.
ResponderEliminarno es necesario, sino todo lo contrario, como lo expresé en el artículo. lo mejor es que no tenes uqe hacer nada sabes? el que hará será tu bebé. tampoco habría que dejarlo en una superficie atado como en un cochecito, con cosas colgando, porque eso no solo es inmovilizarlo sino entretenerlo para que se olvide que está inmovilizado. movimiento libre es libre. y libre de las expectativas de los adultos tmabién
EliminarHola Melina, tengo una hija de casi 3 meses a la que también le han diagnosticado aplanamiento de un lado de la cabeza y dentro de lo que tengo que hacer con ella para que no tenga que usar el casco, es que pase tiempo boca abajo porque estar boca arriba no ayuda. Cuando la pongo boca abajo, ella automáticamente levanta la cabeza y se.apoya en los brazos, pero la noto tan.incómoda que a los pocos minutos llora. No se qué hacer porque quiero evitar que su cabecita se aplane más (es bastante evidente e inclusive cuando está «parada» gira la cabeza hacia ese lado) pero tampoco quiero forzarla a una postura para la.que aún no.está preparada. Gracias
EliminarQuerida Melina gracias, genial el artículo . Soy Maira mamá de Renzo de 4 meses . Desde que nació nos ha mostrado que necesita mucho estar pegado . Por eso lo porteo o lo tengo encima siempre en lo posible piel con piel . Desde antes del mes y muy gradualmente lo voy poniendo de a ratitos en el piso ( no dura mas de 15 min) y cuando veo que llora lo pegó de nuevo a mi, lo calmó un rato e intento ponerlo de nuevo . Así de a poco a la fecha ha hecho sus descubrimientos.Puede girar sólo y tiene su espalda y cuello muy derechos . Quisiera saber si estoy haciendo bien levantándolo cada periodos tan cortos, y si es correcto q durante el tiempo que el esta sentado sobre mi lo mantenga con su espalda apoyada en mi pecho, o si con eso estoy forzando la posición sentado . Un beso grande !
ResponderEliminarhola. lo queno me queda claro es el motivo de por que lo levantas: llora? se inquieta? me pregunto si lo acompañas a su lado en la posicion boca arriba, con caricias suaves, conversando sobre cosas que lo rodean, la ropa que tiene puesta, si es suave, que se quede tranquilo que poco a poco va a dominar mejor su smovimientos, etc. te quedas acostada hombro con hombro, cabeza con cabeza, probaste? a lo mejor descubre el disfrute dl suelo y del contacto simultáneo con mamá sin que mamá deba sostenerlo en una posición artificial. cariños
ResponderEliminarmuy buen artículo! mi hijo lloraba mucho cuando lo ponía DV y al ver su reacción lo hacía poco, leyendo e informandome llegé al articulo de Pikler y acompañandolo, fue sorprendentemente madurando todos los movimientos, arrastrarse, gateo, sentarse solo, etc, hasta q se largó a caminar solo al año y dos meses. Es muy sabio el cuerpo, hay que verlo y escucharlo más!
ResponderEliminarHola! Me pasa tal cual se describe en un párrafo del final. Mi hijo no soporta las frustraciones, vive quejándose, llora por cualquier cosa si algo no le sale, vive enojado... La mayor parte del tiempo quiere jugar conmigo, estar upa mío, todo todo todo conmigo!!
ResponderEliminarYo no sé cómo hacer para que cambie la primer parte,.
Solo quiero que sea mucho más feliz .
El tiene 13 meses y ya camina solo. Gracias por comentar
Hola. No puedo afirmarlo, pero suelo encontrarme con que los niños que no tienen mucha paciencia es que han desarrollado mucha exigencia por los resultados y nada de placer por los procesos, cuando en realidad todo proceso es un resultado en sí. Lo primero que recomiendo es identificar por parte del adulto toda señal de exigencia hacia el niño y decir renunciar a las expectativas. eliminar el "dale", "vamos", "apurate", etc. y avisarle al niño que se dieron cuenta de que lo estaban molestando. no decirle como ni a que debe jugar. valorar todos sus descubrimientos. no felicitarlo, sino reconocer su esfuerzo . es mejor decirle "hiciste la torre" a decirle "muy bien". y sobre todo, dejarlo en paz en un espacio seguro en donde no s elo tenga que estar interrumpiendo constantemente. avisándole de antemano que cosas puede hacer allí y cuales no, para no tener que interrumpirlo a cada rato con un "esto no se puede" cuando ya tiene toda la intención de hacerlo. eso es muy frustrante, y puede generar mucha rabia.
EliminarHola Melina, Mi hijo nacio prematuro a las 30 semanas. Desde que salio de Neo, el pediatra indico estimulacion. En su ecografia cerebral se veian unas lesiones que confirmamos al año en una resonancia que podrian corresponder con Leucomalacia. Actualmente tiene 13 meses y aun no se sienta solo, ni gira. Tambièn en estos casos pensas que la estimulaciòn es un enemigo. La verdad que es la primera vez que leo este punto de vista y me genera muchas dudas en como seguir con mi bebe. Me gustaria saber cual es tu opiniòn para estos casos. Muchas Gracias. Natalia
ResponderEliminarhola Natalia. en líneas generales, te diría que sí. pero como siempre cada caso es único y no puedo darte una respuesta sin conocer a tu hijo y ver como está desarrollándose. a veces es más eficaz filtrar los estímulos, justamente, y eso también es una intervención. lo pensaste? cariños
ResponderEliminarJusto trabajo desde hace más de 16 años estimulación con niños sanos y aunque en parte de tus argumentos estoy de acuerdo como no precipitarse en sentar al bebé, en que existe mucha sobreproteccion y los padres se adelantan sin dejar hacer a lo niños...lo cual les crea inseguridad entre otras cosas. Pero para mi justo estimulación No está vista como tu la describessino todo lo contrario hay que conseguir que exploten cada etapa de su desarrollo motor, no forzar al peque, es un espacio abierto donde puedan explorar y desplazarse sin barreras...y muchos aspectos más que hacen que los peques adquieran gran autonomía y seguridad en sí mismos. Recuerda que los primeros años de vida son la base de su desarrollo y de futuros aprendizajes. Un saludo Verónica
ResponderEliminarHola Melina, muy interesante el artículo! Mi bb nació de 31 semanas ahora tiene 8 meses y hace unos días logro rodar y quedar DV. El tema es que se queda inmobil generalmente con una mano comprimida por su panza. Mueve un poco los pies, la mano que le queda libre y comienza a llorar quejarse. Le hablo le digo que estoy con él. Al final lo doy vuelta avisándole. Que más puedo hacer?? Se podría pensar en estimulación? Gracias
ResponderEliminarHola Melina. Mi nene tiene 6 meses y ya hace 1 que gatea. Recién empezó a tratar de sentarse solo pero de pronto comenzó a agarrase de lo que puede y ya se para. Yo pensaba que eso sucedería después de sentarse. Nunca lo hemos parado nosotros ni ayudado a hacerlo. Mi duda es si está bien que ya lo haga o es demasiado pronto y tengo q cambiarlo de posición si lo hace . Mil gracias!!!
ResponderEliminarSobre los bebés que se paran demasiado pronto cuando todavía no terminaron aprendizajes previos yo siempre invito a que revisen el espacio suele ser pequeño y se termina muy pronto Entonces como el niño no puede seguir hacia adelante y hacia arriba sí es imposible de agrandar por lo menos deberían poder despejar lo de muebles y obstáculos que se transforme en un gran espacio de traslado imagina en alguien que quiere aprender a nadar pero no puede hacer ni un solo largo porque tiene un montón de cosas de las que agarrarse en el medio . bueno algo así sucede pero en el espacio físico del desplazamiento
ResponderEliminarHola Melina, me pareció muy bueno este texto, pero tengo una duda. Tenemos a nuestra hija con movimiento libre como se habla aquí, pero a veces se pone a llorar cuando se gira para estar de guata, creo que porque aún no sabe bien cómo volver o qué hacer. Entonces la ruedo de vuelta o la tomo en brazos porque llora. Sé que no hay que dejarlos llorar entonces me pregunto si eso es parte del proceso o si fomento su inseguridad. A veces rueda por completo, otras se estanca y llora. Ayer cumplió 5 meses. Muchas gracias por este post y felicitaciones nuevamente.
ResponderEliminarHola Melina!
ResponderEliminarMuy interesante tu posteo. Es la primera vez que te leo, lamentablemente no tenia idea de todo esto e intervine mucho.
Mi bebe de 8 meses fue puesto en posición de sentado desde los 5 pero no sabe salir de ahi, cuando se cansa se tira para atras o hacia adelante quedando boca abajo y llora o se queja hasta que yo acudo enseguida a levantarlo.
Es muy tarde para revertir estp? Como puedo hacer y qué? Gracias!