sábado, 26 de diciembre de 2015

Cuando Fue Cesárea, a pesar de todo.

Este es el testimonio de Florencia. Sólo sus palabras. Gracias Flor.
Durante mi primer embarazo me dediqué a convivir con las náuseas, los olores y la acidez, leía semana a semana cómo se desarrollaba la beba, cumplía rigurosamente las indicaciones del obstetra, y disfrutaba oír el latido de su corazón en cada ecografía. Pero poco leí sobre el parto y nunca pensé en reflexionar sobre mis deseos a la hora de parir. Elegí al obstetra por recomendación de una amiga, y asumí como normal el poco tiempo ofrecido en cada consulta y la falta de respuesta hacia mis inquietudes. Dos meses antes de la fecha probable de parto Agustina nace de manera prematura por una fisura de membranas. Nació por cesárea porque el médico estaba de viaje, y su reemplazo no quería correr riesgos, en palabras de la partera  “prefiero una cesárea más, a un bebé menos”.  Angustia, incertidumbre, ignorancia. Me sentí muy sola. Había sido madre por primera vez, y no había sido el momento más increíble de mi vida.
El embarazo de Julieta lo viví con terror a repetir la historia.  No sentí necesario cambiar de equipo médico, pero sí de ser más clara y más sincera. Quería un acompañamiento diferente, y deseaba vivir el parto en paz, disfrutando cada momento, y respetando los tiempos de nuestro bebé y de mi cuerpo. Durante la consulta de la semana 39, sin mi consentimiento el obstetra durante el tacto me realiza una maniobra para inducir el nacimiento (Hamilton). Grité de dolor, sangré, y fui a cesárea de nuevo. El motivo fue “inminencia de rotura uterina”, pero no debe haber sido tan urgente porque nació 48hs después cuándo el obstetra consiguió lugar en el quirófano. Por segunda vez, no me animé a discutir y confirmé la poca intención del médico en respetar nuestros tiempos. Julieta todavía no estaba lista para nacer. Siempre me consideré una mujer inteligente pero ¿cómo no pude prepararme mejor? Me llevó tiempo perdonarme.

La recuperación física de las cesáreas fue más rápida que la recuperación emocional. No conseguía sacudirme ese sentimiento de “tristeza”, de “responsabilidad”. Conversando con una amiga en el trabajo, lejos de minimizar mi dolor me sugirió registrarme en el foro ApoyoCesáreas de la Asociación El Parto es Nuestro. Inmediatamente comencé a participar activamente de los foros y descubrí la cantidad de mujeres a lo largo del mundo que sentían lo mismo que yo. ¡No era la única! Y si bien, no me alegraba saber que las cesáreas innecesarias eran moneda corriente, me sentía acompañada y aprendía muchísimo con cada intercambio.
La llegada de la doula.
Llegó en un momento “especial”, algunos meses después del nacimiento de Julieta, nuestra segunda hija. Este nacimiento tuvo un sabor agridulce, me sentía feliz por tener a nuestra pequeñita en brazos, pero su llegada al mundo no había sido cómo la había planeado. Y era la segunda vez que me pasaba…  Una tarde recibí un relato de parto que me impactó porque me sentí muy identificada. Su primer hijo había nacido por cesárea innecesaria cómo producto de una inducción fallida, y ella sentía que había sido “apurada”, “violentada” que el parto no había sido suyo, ni ella ni su bebé habían sido protagonistas. Otros (los médicos) habían tomado las decisiones. Y esta experiencia, de cara a su nuevo embarazo la había llevado a informarse, empoderarse, cambiar el equipo médico y a contar con una doula. ¿Una doula? Nunca había oído de ellas. Me quedó resonando. Empecé a investigar. Cuánto más leía, más me gustaba la idea. Me parecía fascinante pensar en mujeres acompañando mujeres, tejiendo redes,  sosteniéndose, compartiendo experiencias, aprendiendo juntas… El año pasado sentí la necesidad de entrar en este mundo, de convertirme en “factor multiplicador”, en utilizar mi experiencia para ayudar a otras mujeres a empoderarse, y entonces decidí formarme como doula. Y durante la formación conocí a Meli (Melina Bronfman) y enseguida supe que sería nuestra doula.

El embarazo y nacimiento de Lucas fue un mundo de diferencia en comparación con el nacimiento de sus hermanas. Y esta diferencia radicó principalmente en cómo viví el embarazo y el parto. Melina y Julia nos acompañaron desde la palabra y el silencio, desde la mirada y el abrazo, nunca nos juzgaron, siempre tuvieron tiempo para nosotros, fueron incondicionales, nos ayudaron a reflexionar y ser muy conscientes a la hora de tomar las decisiones. Pude disfrutar, pude sentirme protagonista de mi parto, y pude vivir uno de los momentos más increíbles e inolvidables de mi vida. Soy muy consciente que no hubiera podido hacerlo sola. Citando a Michel Odent, “el valor de una doula radica fundamentalmente en lo que “es”, y no en lo que sabe o hace.”. La doula es madre y mujer. La doula acompaña y sostiene emocionalmente a la mamá que pare, y al padre que acompaña. La doula no ocupa un lugar protagónico en el escenario del embarazo, nacimiento, lactancia, puerperio y crianza, los claros protagonistas son el bebé y la mamá. Sin embargo, desde el lugar de cómo vivencian y experimentan estos procesos esa mamá (papá) y ese bebé, sí ocupa un lugar protagónico. Desde mi experiencia, contar con nuestras doulas, fue una de las mejores decisiones que tomamos.

Una doula entiende el embarazo y el parto como una experiencia única y trascendental en la vida de esa mamá y ese bebé. Por esta razón, brindará información para empoderar a la madre y conseguir un nacimiento de acuerdo a sus expectativas, y por el otro lado, será un apoyo emocional importantísimo para todo el grupo familiar
A principios de mayo confirmamos que seríamos padres nuevamente. Lucas estaba gestándose y con Matías (mi marido) habíamos decidido transitar este embarazo de manera diferente: con información y muy bien acompañados. Leímos libros, documentos y links sobre fisiología del embarazo y parto, cambiamos de equipo médico y decidimos contar con una doula. Esa misma semana me comunico con Meli y acordamos una primera entrevista. El encuentro consistió en presentamos, conversar sobre los nacimientos de nuestras hijas, los propios, y pasar en limpio las expectativas en relación a su acompañamiento. El tiempo voló. Salí con una sonrisa.
Durante los siguientes meses en cada encuentro nos dedicamos a conversar sobre cómo deseaba vivir el parto, dónde iba a nacer y con qué equipo médico queríamos recibir a Lucas. Teníamos claro que no queríamos protocolos ni intervenciones innecesarias, y para asegurarnos, elaboramos un plan de parto vaginal / cesárea para presentar al obstetra, la partera y el sanatorio. Por otro lado, Melina nos invitó a participar de un taller de cinco encuentros para parejas gestantes. Que se convirtió en una experiencia maravillosa porque no era el típico curso preparto donde la partera baja línea y una se dedica a escuchar y tratar de entender, al contrario, eran encuentros de parejas compartiendo información, tomando decisiones, acompañándose, y disfrutando la gestación de sus hijos. En este taller aprendimos técnicas y posturas para sobrellevar el final del embarazo y el parto, me conecté con mi cuerpo como nunca lo había hecho, y terminé de entender conceptos claves como “fisiología” y “regulación”. En este taller conocimos a Julia, doula que trabaja junto a Melina en los acompañamientos. Cada vez me sentía más feliz, por fin, había tomado las riendas de mi embarazo y mi parto.
Para agosto ya habíamos elegido el obstetra y sanatorio (Sanatorio de la Trinidad de Palermo). En uno de los primeros controles conversamos el plan de parto/cesárea. Lo leímos juntos y nos felicitó, estaba de acuerdo en prácticamente todo. En relación al acompañamiento de una doula, nos dijo que sus parteras lo eran y qué podíamos contar con ellas. Definitivamente no, con Meli y Julia habíamos construido una relación, nos conocían, yo me sentía muy acompañada y segura, para mí no era lo mismo, había un mundo de diferencia. Entendió mis razones y accedió a trabajar en conjunto con ellas. Los meses transcurrieron con mucha calma, nos juntábamos con Meli y Julia una vez por mes, pero manteníamos un contacto por chat diario. Por primera vez, me dediqué a disfrutar y conectar con nuestro bebé.
Llegó enero, nuestra FPP de parto era el 26. Durante estas semanas estuvimos muy conectadas. El 19, a las 4 am, le mando un mensaje a Meli “Fisuré bolsa, estoy expulsando el tapón, el líquido es claro. Lucas quiere nacer”. Envío el mensaje y automáticamente recibo la llamada de Meli, estaba pendiente, me encantó. Durante la conversación lloré mucho, estaba tan feliz de sentir contracciones por primera vez, trabajé mucho para devolverle el voto de confianza a mi cuerpo, y ahí estaba mostrándome que sabía perfectamente qué hacer. Acordamos seguir en contacto, habíamos planificado hacer gran parte del trabajo de parto en casa y trasladarnos a la institución con dilatación avanzada. Nos aconsejó intentar dormir un rato. A las 8 decidí levantarme para decorar la torta de mi hija mayor, ese día cumplía sus 7 años. Poco pude hacer, las contracciones eran llevaderas pero intensas. Llamé a mis papás para que buscaran a las nenas, y me comuniqué con Meli para pedirle que viniera. A partir de este momento, viví en mi casa un trabajo de parto que nunca voy a olvidar. Cada rincón quedó impregnado de recuerdos hermosos.
BAILANDO UN LENTO EN LA MADRUGADA
Disfruté sentir el paso de las horas sin presiones ni miedo ni angustia. Desde las 12 del mediodía, hasta las 9 de la mañana del martes 20, bailé en brazos de Meli y Mati al ritmo de las contracciones por momentos regulares, por momentos irregulares, dolorosas y no tanto. Entendí que no todo dolor es malo, y que hay dolores que merecen ser disfrutados. Meli ocupó un lugar clave: nos acompañó a los tres brindándonos seguridad, confianza. Siempre tuvo la palabra justa, el silencio necesario o el masaje perfecto para llevar mejor las contracciones. Pasé ese día recorriendo mi casa: de la ducha, al inodoro, del inodoro a la pelota, de la pelota al sillón.
LOS ITINERARIOS DE MI TRABAJO DE PARTO EN CASA
 Perdí la noción del tiempo. Llegó la noche, me senté en el sillón y me quedé dormida. Recuerdo despertarme por una contracción dolorosa, mirar el reloj (3 a.m.), girar la cabeza y encontrarme los ojos de Meli mirándome, sonriéndome, y preguntándome si necesitaba algo. Me sentía feliz. Para las 9 a.m. contactamos al obstetra, y cómo tenía una buena dinámica de parto decidimos trasladarnos a la clínica. Matías manejaba y Meli viajaba conmigo en el asiento de atrás. Llegamos a la institución, y continué mi trabajo de parto. Julia reemplazó a Meli que se fue a descansar.
SIGUIÓ MI TRABAJO DE PARTO EN LA CLÍNICA
Accedo al tacto, y el obstetra confirma 4-5 cm de dilatación, buena dinámica. Falta. Nos deja solos en la habitación, con la indicación de no ser molestados. Y así seguí dilatando. De 4, pasé a 7, y de 7 a 10, llevé las contracciones sin analgesia, sólo acompañada de miradas de confianza, abrazos y palabras de amor. 

Después de 9 horas de dilatación, sin sufrimiento fetal, Lucas seguía sin encajarse. Nuestro obstetra nos plantea la primera intervención. Su planteo fueron 3 escenarios: circular de cordón, cordón corto o posición de la cabeza del bebé. Para resolver continuar con el trabajo de parto, nos propone romper artificialmente la bolsa. En caso de cordón corto o circular, rompiendo la bolsa, Lucas bajaría, y apoyaría la cabeza para terminar de encajar y nacer. Nos tomamos un rato con Matías y Julia para pensar y decidir. Dimos el ok para la intervención. Al ser trasladada al quirófano, nos despedimos de Julia con un abrazo inmenso. Transité 4 horas más de trabajo de parto con bolsa rota, y Lucas siguió sin encajarse. En este momento, el obstetra asume que está mal ubicado, y bastó que me dijera “presentación de frente” para recordar el Libro Cesárea de Michel Odent, las indicaciones absolutas de cesárea. Esta era una. Y fue en este momento, donde agarré fuerte a Mati de la mano, y con lágrimas en los ojos, le dije que terminaría en cesárea. Por un momento, el mundo dejó de girar. Hablé con Lucas, y me entregué. Recordamos nuestro plan de cesárea con el obstetra y quedó claro que no se harían ninguna de las intervenciones innecesarias a Lucas, ni separación, ni mil cosas más. Y así, 48hs después, nació Lucas mediante una cesárea necesaria, acompañada y respetada.
El resto, fue maravilloso… Piel con piel, inicio de la lactancia desde el minuto 0, miradas profundas entre los tres… En el momento de nacer, bajaron las luces, hicieron silencio, y sólo nos escuchó a nosotros darle la bienvenida. Fue una cesárea totalmente diferente a las anteriores. Nuestro bebé nació el martes 20 de enero a las 22:50hs pesando 4,053 grs de belleza absoluta y el amor más puro. Al día siguiente Meli y Julia nos vinieron a visitar y a conocer a Lucas. Hablamos mucho, lloré un montón, y se llevaron la placenta para hacernos las impresiones (ver foto). El acompañamiento continuó en casa, en encuentros y por chat. Estoy eternamente agradecida con ellas.



FOTO DEL EQUIPO, IMPRESIÓN DE PLACENTA INCLUIDA.






viernes, 11 de septiembre de 2015

¿Se queda con hambre? ¿O se queda con ganas (de mamá)?


Muchas madres nuevas, con poco o mal asesoramiento en amamantamiento caen en la falsa solución del complemento con fórmula, creyendo que es la solución al llanto del bebé.
se puede dormir y mamar (con biberón NO)
También ocurre que con el tiempo se arrepienten de haber cedido a la insistencia de familiares o profesionales desactualizados, porque advierten que la fórmula produce muchas alteraciones en el bebé, cuando no son reacciones alérgicas o de intolerancia a alguno de los componentes de la fórmula.
Sin embargo, cuando, con muchísimo esfuerzo, logran recuperar la lactancia, casi en exclusividad, de todas maneras siguen dudando acerca de si lo que están haciendo está bien, o si su leche será suficiente, principalmente, porque su bebé…llora. Llora desconsoladamente y pareciera no calmarse si no es con la bendita (o maldita) mamadera.
Sobre esta escena, sorprendentemente, aún muy común (cuesta creer lo que tarda la información válida en difundirse), hay muchos temas a tener en cuenta para hacerse cargo del llanto del bebé y de la angustia de la mamá. He aquí sólo algunos.
1)      La lactancia fisiológica no sólo no tiene horarios fijos, sino que no tiene patrón. El bebé puede un día, mamar el día entero y al siguiente de manera pausada. El bebé se regula permanentemente, y reacciona a sus necesidades. Puede necesitar tranquilizarse, y por eso pide mamar (la leche materna tiene oxitocina, la hormona de la calma y el bienestar), por lo tanto no siempre es el hambre lo que hace que el bebé necesite mamar. Debemos recordar que la fórmula NO tiene oxitocina. El bebé suele dormirse por el efecto narcotizante de algunas proteínas de la leche vacuna que causan dicho efecto. No es lo mismo que haberse tranquilizado. Un bebé puede estar habituado a esas experiencias, y al comenzar a modificarlas, puede reaccionar como si estuvieran atravesando un síndrome de abstinencia. Está en la mamá el poder acompañarlo en la transición (y en el entorno de la mamá en hacer lo mismo con ella) hasta lograrlo.
amamantar satisfactoriamente da mucho placer al bebé
2)      Un bebé que ha sido alimentado a pecho, y luego se le agregó fórmula, tuvo necesariamente que adaptar los movimientos y fuerza de su boca a un dispositivo artificial, puede no lograr una correcta prendida al pezón y como consecuencia, fallar en estimular correctamente a la glándula mamaria porque no entiende bien qué lo está alimentando en cada oportunidad. Además, como del biberón la leche sale con facilidad, el bebé desaprende el trabajo mandibular que debe hacer para obtener leche al ser amamantado.
3)      Un bebé puede estar sumamente desconcertado acerca de sus vivencias y puede llorar de desconcierto y luego de angustia. Espera biberón, viene teta. Espera teta, viene biberón. Toma teta y se cansa, porque necesita trabajar más y se enoja del cansancio. En estos casos, funciona muy bien comunicarle qué se desea hacer. “sabes, decidí dejar de darte mamadera porque prefiero amamantarte. Si te cansás y querés dormir con la teta en la boca, podés hacerlo, y mamar dormido. Pronto vas a sentir que sos más fuerte”. Avisarle cada cosa que va a vivir por anticipado. Es agotador y estresante (para el bebé) tener que estar sacando conclusiones permanentemente. Ser explícita con los planes de amamantamiento a inmediato y a largo plazo.
4)      No existen mujeres con poca leche. Tener poca leche es como tener poca sangre. El cuerpo hace lo que se necesita. Con una buena alimentación, líquidos nutritivos, sopas, licuados hechos con frutas, agua y semillas activadas (almendras, sésamo, girasol, nueces) podés asegurarte un buen equilibrio metabólico para producir la leche que tu bebé necesite sin desregular tu salud.
5)      La indicación lógica para un amamantamiento fisiológico es que el bebé se regule y pida (y se le dé) lo que necesite las veces y el tiempo que necesite. Mi gata acaba de parir 5 gatitos y está echada amamantándolos casi todo el tiempo. No usa reloj. Les da la teta y listo. Come, bebe, estira las patas, va al baño, y vuelta a empezar.
6)      La indicación de la fórmula es que un bebé de x edad, de x peso, le corresponde x cantidad cada x tiempo. JAMÁS se puede ni debe indicar que un bebé reciba amamantamiento fisiológico con los horarios de la alimentación a fórmula, no es compatible x minutos de cada lado cada x horas. Eso no es fisiológico. Es ilógico.
mellizos amamantados exclusivamente
7)      El periodo de lactancia es el único momento de la vida en el que podemos atiborrarnos de alimento y está bien que así sea. Cuando no hemos satisfecho esa experiencia, nos atiborramos, pero de comida. Eso nos produce varios desajustes (obesidad, diabetes, etc) que tienen un posible origen en un amamantamiento pobre.
La teta se puede dar a demanda. El biberón también, pero es complicado detectar cuando es por sed (en ese caso hay quedar agua), por necesidad de leche grasosa, o por necesidad de oxitocina y agentes inmunitarios.  Y por supuesto, el biberón no podrá cubrir estos últimos dos aspectos.. Por eso existe el chupete.
El biberón y el chupete se compran, al igual que la fórmula. La teta no. El chupete se puede caer, o perder. La teta no. La fórmula no solo es riesgosa porque el polvo no es estéril, sino que también depende del agua utilizada cada vez y de lo limpio que haya quedado el dispositivo después del último uso. LA TETA NO.
8)      EL PUERPERIO: Las mujeres que hemos maternado sabemos que desde que traemos a nuestro primer hijo a este planeta, entramos en un estado de realidad paralela, en la que nadie nos entiende, salvo otra madre conectada con ese otro espacio emocional. Si una madre joven transita su puerperio en soledad e incomprensión, es muy probable que crea que ella es la que está fallando (ya que todo el resto del mundo está “normal”) y deduzca erróneamente que si no puede A entonces no puede B ni C. No es cierto. Pueden todo. Sólo búsquense un entorno afín su estado puerperal. Si alguien tiene la mala idea de exigirte (higiene, belleza, la cena, etc, es un/a real desubicado/a). Cuando una mamá no puede amamanar, no es ella la que falla. Es el entorno, que obstaculiza la conexión con el bebé y con ella misma. Un entorno empático con las necesidades maternas lo cambian todo.Todo funcionará mejor: la intuición, el bebé y las tetas.
9)      Las tetas tienen como única función alimentar a la cría. Exhibirlas en un espectáculo erótico, usarlas para vender ropa o vacaciones, incluso considerarlas un recurso de seducción, cabe solo en una sociedad que al no haber sido amamantada adecuadamente, aun quiere teta de adulta. Y no se conforma con biberón o chupete.
10)    Por último hasta que me acuerde de más cosas: la frase que, como un mantra, hay que repetir eternamente: HOY NO ES SIEMPRE. Algún día todo se regulará y encontrará su equilibrio. Y ese día vas a querer un segundo hijo.

Éxitos!

miércoles, 9 de septiembre de 2015

CÓMO SER PADRES EN 10 LECCIONES

(No es mío. Llegó a mis manos hace más de 10 años. Hoy lo rescaté del arcón de mi pc).

1) Para vivir la experiencia del embarazo: cuélguese  una bolsa de garbanzos a la altura de la panza,  agregando un puñado todos los días durante nueve  meses.
  Luego de los nueve meses, abra la bolsa y retire el  10% de los garbanzos.
 

2) Antes de lanzarse a tener hijos, busque una pareja que ya los tenga y sométalos a estudio.
 Critique sus métodos para imponer disciplina, su  falta de paciencia, sus pésimos niveles de  tolerancia, y por haber permitido que sus hijos se
 porten como salvajes.
Sugiera maneras de mejorar el comportamiento de los  niños a la hora de acostarse, pedir pipi o comer.
  Aproveche, esta será la ultima vez que tendrá todas  las respuestas.

 3) Para hacerse una idea de como serán las noches,  consiga un almohadón húmedo de entre 4 y 6 kilos, y  recorra el living llevándolo en brazos, sin  sentarse, desde las 5 de la tarde hasta las 10 de la  noche.
 A las 10 suelte el almohadón, ponga el despertador  para que suene a las 12 y duerma.

 Cuando a las 12 suene el despertador, levántese y  vuelva a pasear el almohadón por el living mientras  canta canciones de cuna en la oscuridad.

 Repetir a las 2 AM a las 4 AM y a las 6 AM.
 Opcional: a las 4 AM puede dar una vuelta en auto  con el almohadón.

 Siga esta rutina durante 5 años. Ponga siempre buena  cara.

 4) ¿Es posible aguantar a los chicos en la casa? Para  averiguarlo, unte dulce de leche en el sofá y  mermelada en las cortinas.

 Esconda un trozo de pescado rebozado detrás del  equipo de música y déjelo ahí durante todo el  verano.

 Meta los dedos en las macetas y luego arrástrelos  por las paredes mas limpias. Dibuje encima de las  manchas con lápices de color.

 Compre 5 cachorritos de mastín napolitano y déjelos  retozar en su dormitorio.

 5) Vestir a un niño pequeño es simple: primero,  compre un pulpo y pídale al verdulero una bolsa de  red.

 Trate de introducir el pulpo dentro de la bolsa de  manera que no salga ninguno de los tentáculos por  los agujeros de la red.

 No se aflija, le puede dedicar toda la mañana.

 6) Niños en edad escolar: Guarde una caja de huevos  (vacía). Usando una tijera y un poco de tempera,  conviértala en un gracioso cocodrilo.

 Ahora junte un envase tetra-brik, una pelota de  ping-pong y un paquete de cereales vacío y construya  una replica exacta de la Torre Eiffel.

 Comience este trabajo a las 11 de la noche, que  seria la hora en la que se entera que ES PARA  MAÑANA.

 ¡Excelente! Ahora espere las críticas de la maestra  jardinera.

 7) Cambie el auto de dos puertas por una break. Y no  la lave nunca más. Después de todo, es un auto  familiar, sin valor de reventa.

 Compre un helado de chocolate y aplástelo en la  guantera. Meta dos monedas de 10 cts. en la  compactera o casetera.

 Compre un paquete familiar de galletitas dulces.  Macháquelas un buen rato sobre los asientos  traseros.

 Salga del auto, y arañe ambos lados del vehículo con  la llave. ¡Perfecto!

 8) Vaya al supermercado. Lleve consigo lo mas  parecido que encuentre a un niño de menos de cuatro  años (una cabra adulta es ideal).

 Si piensa tener mas de un chico, lleve dos cabras.  Haga la compra para una semana sin perder de vista  las cabras.

 Mantenga discusiones con los encargados de seguridad  del supermercado, subiendo en el escalafón (pero  siempre sin perder de vista a las cabras).

 Cuando llegue al gerente, cambie de supermercado.

 9) Darle de comer a un chico: Compre un melón,  vacíelo, y hágale un pequeño orificio en un costado.  
 Cuélguelo del techo y dele un golpe para que se  balancee. Ahora tome un plato con puré de zapallo.

 Trate de meter cucharadas de puré dentro del melón,  mientras simula ser un avión.

 Siga intentándolo hasta terminar la mitad del puré.  El resto, viértalo sobre su regazo, y desparrame  bastante en el suelo.

 10) El aseo de la criatura: Consiga un gato adulto  (preferentemente callejero o semi salvaje).

 Póngase su mejor traje si es hombre o medias y  zapatos de tacón alto si es mujer. Llene la bañadera  con agua tibia y juguetes de goma.

 Acto seguido introduzca el gato y lávelo con champú.  Luego de enjuagarlo y secarlo con una toalla, siga  el procedimiento indicado previamente con el pulpo y
 la bolsa de red. Trate de no mojar su ropa ni los  alrededores. 
 Repetir todas las noches durante 8 años.

lunes, 31 de agosto de 2015

EL COSTO DE NO AMAMANTAR o EL AHORRO DE AMAMANTAR… según como se lo mire!


Fuente imagen: Internet.
(Datos obtenidos del Congreso de Lactancia Materna, en este mes de agosto)
Los niños que tienen lactancia materna exclusiva poseen menos enfermedades, por lo tanto menor costo en hospitalización y salud.
Pero no sólo esos beneficios cuentan, también la cantidad de dinero que se gasta en lactancia artificia o leche de formulas…lo pensaste???
Por ello y por el compromiso con la promoción de la salud es que investigamos  e hicimos cálculos que inciden directamente en la economía familiar, sobre cual era el precio de algunas leches de formulas:
Sancor bb 1 x 800gr               $ 140.5 las    5 cajas x mes                $ 702.50
Vital infantil 1 lata x800g         $136.57        5 latas  x mes               $ 682.80
Nutrilon 1 lata x 800g               $298.00       5 latas  x mes               $ 1490.00 
Mensualmente  el costo de la leche Sancor BB  es  $ 702,50 lo que significaría  un gasto anual      $ 8.424,00
Mensualmente el costo de la  leche Vital Infantil  es  $ 682.80 lo que significaría un gasto anual       $ 8.193,00
Mensualmente el costo de la leche Nutrilón es  $ 1.490,00 lo que significaría un gasto anual       $ 17.880,00
Entre  $ 8.424 y $ 17.880 es el dinero que se puede ahorrar aproximadamente por año  en un hogar, si su hijo se alimenta con leche materna.

Griselda Guadalupe Cettour 

Coronel Moldes- Córdoba

viernes, 31 de julio de 2015

El Difícil Arte Portear

Cuando tenés a tu bebé, una de las mayores necesidades que observás es que necesita estar contigo. Pegado. No tolera la separación. Cuanto más pequeño es, más contacto precisa.
La joven madre, de un día para el otro comprueba que su bebé se estresa y angustia muchísimo si no es sostenido de manera casi constante en brazos. También comprueba que ha perdido sus brazos y ahora es una especie de venus de milo con bebé.
SOCORROOO

Pueden pasar un par de días, pero más o menos al tercero, ya es enloquecedor no contar con los propios brazos para poder seguir teniendo una vida digna: comer algo cada tanto, ir al baño, lavarse los dientes. No más que eso.
Esta situación es la que hizo que inventemos los paños de porteo, los foulares, las kepinas, etc.
Son telas amables que se adaptan al cuerpo del bebé y lo sostienen junto al propio cuerpo, al mismo tiempo que se libera al menos una mano. Ya sos libre nuevamente. Podés comer, ir al baño, tomar agua, subir a un medio de transporte, llevar de la mano a otro hijo. Sobrevivís. A partir de esa experiencia solemos sentir que sin el porteo, sencillamente no existís.
Eso queda claro. Este es el punto adultocéntrico.
Ahora lo que falta es decidir qué tipo de porteo es bueno para el bebé (el punto bebé céntrico).
Llevar a un bebé en brazos es una acción que debería hacerse con sumo cuidado.
El bebé necesita sentirse realmente seguro física y emocionalmente.
Un bebé que se siente tambaleante o tironeado, o asfixiado o demasiado suelto, no estará probablemente a gusto ni confiado.
También hay otros factores, (de los que el bebé no es tan consciente) como de los que están relacionados con su comodidad, pero el adulto sí debe serlo, y me refiero a los efectos en el inmediato, pero también el mediano y largo plazo de lo que implica colocar a un bebe en una posición determinada.
Considero entonces que para que el porteo sea exitoso, es decir que el bebé acepte participar de la experiencia, deben tenerse en cuenta unas cuantas características que deben satisfacerse.
Suponiendo que la tela es un elemento secundario, examinemos solamente la postura en la que el bebé es transportado. Existen tres alternativas básicas:
 una es que el bebé sea llevado en posición vertical,
PORTEO VERTICAL SIN CRITERIO FISIOLÓGICO ALGUNO.
 otra es que sea transportado en posición horizontal 
PORTEO HORIZONTAL CON CABEZA SUELTA. RIESGOSO.

y la tercera, en una posición intermedia entre ambas.
LA CABEZA ESTÁ SOSTENIDA Y NO LE PESA AL ATLAS

Un tema que está en gran discusión en los grupos de las redes sociales es el tema de las caderas y la luxación de la articulación coxofemoral. Según la info que circula, la posición del fémur debería ir a 90°respecto del hueso coxal, y lo ilustran con una infografía.
LAS DIFERENCIAS ENTRE UN ADECUADO E INCORRECTO PORTEO VERTICAL.
 NO ESTÁ CONTEMPLADO EL PESO DE LA CABEZA EN EL ATLAS.


La imagen de las caderas y parte de la información provienen del Instituto internacional de displasia de cadera. Imagen extraida del blog http://blog.monitosyrisas.com/y-tu-como-prefieres-ir/
 Esto es correcto. Lo que no es del todo correcto es la afirmación de que esa posición se logra únicamente verticalizando al bebé. El mismo ángulo articular puede lograrse en posición horizontal.
POSICIÓN PARA EL PORTEO HORIZONTAL: EL PESO DE LA CABEZA SE APOYA EN LA SUPERFICIE DE SOSTÉN, NO EN EL ATLAS SIN OSIFICAR.

 ¿Cuál sería la correcta? Cuando se me plantean estos interrogantes, yo derivo la pregunta a la fisiología: y la fisiología me responde con otras preguntas: ¿en qué posición se coloca el bebé por su cuenta? ¿Cuál puede sostener por sí mismo, de manera prolongada? Esa es entonces la postura. Según estos pensamientos, la respuesta es: depende de la edad y del desarrollo particular del bebé.
Hola Fisiología, ¿Estás Allí?
Un bebé es una persona durante su período de crecimiento más vulnerable y frágil, y a la vez en donde está adquiriendo los patrones en distintas áreas (emocionales, vinculares, cognitivas corporales (posturales y motrices)que luego usará como herramientas para interactuar con su entorno.
Respecto de la motricidad, quienes apostamos a un desarrollo autónomo de la misma, en realidad apostamos a que el bebé se conozca (y conozca a su entorno), y pueda moverse a sí mismo desde esta base de autoconocimiento.
He aquí algunos factores a tener en cuenta a la hora de decidir el tipo de porteo.
1, fisiología mecánica básica: en el adulto, los huesos, sostienen. Y los músculos, mueven. En el bebé, los huesos no están aún capacitados para sostener. Y los músculos no lo están para mover. No hay estructura ósea y no hay movimiento voluntario.
Cuanto más pequeño es un bebé, más superficie de su cuerpo necesita sentir que se apoya. En la posición horizontal esta necesidad de satisface. En la posición vertical, no.
2, el esqueleto: observemos un esqueleto de bebé comparado el el de un adulto:


Se observa claramente que lo más grande (y pesado) es la cabeza. Esa sería la parte que principalmente necesita estar apoyada en la superficie de sostén. Y que la pelvis es prácticamente inexistente. No está preparada para recibir peso.

3, el atlas: es la primera vértebra.


 La que sostiene al cráneo. Ese tan enorme y pesado, el atlas en la edad temprana no está lo suficientemente osificado como para sostener el peso de la cabeza.
Una cabeza que en un adulto tendría proporcionalmente el tamaño de una pelota de esferodinamia, apoyado en un atlas estándar. Recordemos que en el bebé, el atlas está sin osificar, por lo que la situación es doblemente adversa.
4,  la pelvis: durante la niñez, la pelvis está formada por más huesos que en el adulto. Es decir, el hueso coxal, que luego será uno solo, en realidad está formado por tres que luego se osificarán. Mientras tanto, a la pelvis se la podría considerar “blanda”, y en proceso de osificación. Ídem el hueso sacro: está formado por 5 vértebras sueltas aún.
PELVIS ÓSEA. EL COXAL COLOREADO MUESTRA LOS TRES HUESOS QUE FORMARÁN EL COXAL EN BLANCO.

 Un bebé cuya edad en meses es de un dígito, en libertad se mueve casi constantemente, no permanece en un asola posición más de escasos segundos. Desde el punto de vista de la fisiología de la osificación, esto permite que los huesos pélvicos reciban peso de manera uniforme a lo largo y ancho de toda su superficie. De esta manera, se osifica de manera también uniforme, y no se corre el riesgo de adoptar una forma determinada por la fijación de la postura. Un hueso “blando” (o un grupo de huesos blandos) apoyados, fijados en determinada posición, durante cierto tiempo corren el riesgo de comenzar a osificarse de esa manera o forma.
Continuando con la integración de esta información, la respuesta sería: portear al bebé en la posición en la que fisiológicamente él puede colocarse. No forzar posturas porque hay riesgo de alteración del proceso de osificación. Sobre este punto, tengo el testimonio de Klaus Schmidt, Atlasólogo, que comprobó en su propio hijo, porteado en posición vertical desde el nacimiento, que a la quinta semana de vida tenía el atlas luxado, desplazado. 
La respuesta a su interrogante pareció asomarse cuando pudo ver el tamaño del cráneo apoyado en un atlas que todavía no está preparado para cumplir con su función. Klaus dice que de todas maneras tampoco es conclusivo, ya que su hijo sufrió de intervenciones de la fisiología al nacer.
Según Klaus, todas las culturas tenían desplazamiento del atlas, hasta que descubrió una cultura en áfrica que no lo tenía, la cultura Masai. Sin embargo no se pueden sacar conclusiones definitivas a respecto. 
Un dato relevante en el porteo en posición vertical cuando el bebé es aún muy pequeño, se obtiene al poder observar el rostro de esfuerzo del bebé. Nunca el rostro expresa relajación o paz, sino más bien incomodidad y hasta sufrimiento (dolor, probablemente)por necesitar hacer fuerza constante de sostener el peso de la cabeza sobre los propios hombros.
PORTEO VERTICAL. PELVIS CORRECTA. CABEZA NO.

En esta situación vale la pena comentar el efecto de la verticalización temprana en un bebé que no está aún listo para experimentarla: así como los huesos sostienen, cuando no lo hacen, algo debe sostenerlos. Entonces la musculatura se activa para poder sostener la cabeza sobre el cuello. Cuando esto sucede de manera recurrente, es notable que le bebé, al ser apoyado en una superficie y en posición horizontal, si acepta permanecer así, tarda mucho tiempo en deshacer esas tensiones. 

POSTURA MUY FÁCIL DE OBSERVAR EN BEBÉS PORTEADOS EN VERTICAL ANTES DE TIEMPO.
Se lo observa rígido, sin movimientos laterales, y en posición defensiva, durante un largo rato.

¿Y Entonces?

Finalmente se acerca el momento de las conclusiones: lo más saludable que se observa es que el bebé sea transportado en posición horizontal mientras este no pueda colocarse de otra manera por sí mismo, cuidando la separación de los fémures y la de la articulación coxofemoral.
Que de todas maneras, si el bebé lo admite, (normalmente luego del primer mes y medio de vida) pueda ser colocado en el suelo durante breves periodos, para descansar de estar en una sola postura fija durante mucho tiempo.
La experiencia de apego, concepto que llevaría escribir otro post entero, si es bien llevada por el adulto hacia el bebé, es decir, bebé céntrica, permitirá que el bebé en su autorregulación, exprese su necesidad de proximidad y también de alejamiento del adulto.


















Portear a un bebé recién nacido, parecía ser una experiencia indispensable para ambos, por diferentes motivos, pero supervivencia al fin, para ambos.
Sin Embargo, a los 4 meses, si el bebé fue satisfecho en su necesidad de apego inicial, quizá ya no necesita de tanto contacto y expresa mucha curiosidad por explorar su propio potencial corporal. Ni qué hablar a los 8 o 12 meses, en los que el bebé aún debe ser transportado, pero él necesita desarrollar su propia capacidad de desplazamiento
En este caso, el porteo es salvador de brazos y de tiempo. Por lo tanto de salud mental para los padres. Ganar-Ganar.
VIVIR Y DEJAR VIVIR

BEBÉ AMAMANTADO "MANOS LIBRES".

martes, 13 de enero de 2015

La violencia obstétrica. Reflexiones varias.

Hoy apareció una nota sobre parto "humanizado" o "respetado" y violencia obstétrica en un blog de la revista OHLALA. Parir a conciencia, revista OH LALA
Fui consultada para dicha nota, pero cuando la leí me di cuenta de que la edición había filtrado bastantes conceptos que considero importantes de compartir.
Por eso se me ocurrió escribir este post con la nota completa, y además, leyendo algunos comentarios del blog en donde por ejemplo "no recomiendan el parto humanizado porque es riesgoso" decidí agregar algunos testimonios de mujeres que tuvieron partos no humanizados, es decir sumamente intervenidos e inhumanos. Para aportar luz acerca de lo que llamamos "humanizado, respetado" y que en realidad deberíamos llamar FISIOLÓGICO.
El parto fisiológico no es necesariamente domiciliario. En realidad, en Argentina, el parto domiciliario ha surgido como casi única opción ante la certeza de que en la institución van a perturbar y perjudicar el proceso más saludable, el espontáneo. Sin embargo en otros países, el parto institucional está enfocado desde la fisiología, y los resultados están a la vista.


Va aquí mi nota sin edición.

¿Qué significa tener un parto respetado?

Tener un parto respetado es tener la posibilidad de experimentar los mecanismos 
fisiológicos que todas las mujeres poseemos por el hecho de ser mujeres para

poder gestar y parir a nuestra cría. La fisiología es la manera en la que los seres vivos

funcionamos, nos reproducimos, nacemos, crecemos, nos desarrollamos y

morimos. Es la forma espontánea, natural, sana, económica y placentera en la que 

ocurre cualquier evento relacionado con la vida: comer, dormir, ir al baño, reproducirse, 

son eventos fisiológicos cuya satisfacción provee placer. Es más: la calidad del placer 
obtenido está vinculado con el nivel de fisiología desplegada por la protagonista el

evento. Lo contrario de fisiología es lo que llamamos intervención: una serie de 

pasos estándares protocolizados (que han sido calificados como anticientíficos por 

medicina basada en la evidencia y están desrecomendados por la OMS) y que, 

eventualmente y con mucho cuidado, deberían llevarse a cabo cuando la fisiología no está

ocurriendo. 
Un parto fisiológicamente respetado (este es el término correcto, porque sino, además 

estaríamos entrando en la difícil tarea de tener que definir “respeto” para cada uno de 

los participantes) consiste en esperar a que el parto se desencadene de manera 

espontánea, transcurra el trabajo de parto también de manera espontánea hasta llegar al 

momento del expulsivo, en el que la mujer decidirá en qué posición su cuerpo responde 

mejor para poder finalmente parir a su bebé.

Normalmente en un parto fisiológico, al desplegarse todos los mecanismos que el 
cuerpo femenino tiene disponibles, si se le da el tiempo necesario, el bebé baja,

rota, se acomoda. La vagina se estira (no se precisa de una episiotomía de 
rutina, corte en la vulva de dolorosísima recuperación), ni de maniobras violentas y
 
riesgosas que terminan atentando con la salud de la madre y/o el bebé, y que 

obstaculizan además los pasos siguientes: el encuentro el apego y la lactancia.

¿Cómo se logra?

Básicamente se logra conociendo los mecanismos fisiológicos que todo organismo tiene
disponibles para poner en marcha, y se cuida muy bien de no perturbarlos.

¿Qué sería obstaculizar la fisiología? Hacer todo aquello que pondría a la mujer en 
una situación incómoda. Ejemplo: ¿usted podría hacer pis desnuda delante de 6  

personas desconocidas que hablan (por ejemplo) de la copa libertadores mientras usted  

hace sus mejores esfuerzos para concentrarse y aflojar finalmente el chorrito? Eso, que

no parece ser nada, es un tremendo obstáculo a la hora de parir: la pérdida de la

intimidad. El parto es un mecanismo que se origina en el cerebro. Y el cerebro “humano”
debe apagarse para poder activarse el cerebro “mamífero”. Pues bien, mientras 
existan situaciones en donde la mujer no pueda entregarse totalmente al proceso,

se está perturbando la fisiología, y en vez de detener las prácticas invasivas, lo que se 

suele hacer es redoblar las intervenciones para lograr que finalmente nazca

el bebé. A un costo altísimo dentro de lo que es el proceso completo de gestar, parir, 

amamantar y criar, el parto es una plataforma desde la que el resultado podría 

proyectarse hacia un apego y lactancia exitosos , o bien, todo lo contrario, en donde el 

proceso siguiente, ya lejos de la mirada del obstetra, todo comienza

a ser una catástrofe, y nadie entiende cómo, de una situación idealizada, se 
llegó a lo que se llegó (bebés que lloran mucho, madres desesperadas, muchas

internaciones post nacimiento, puerperios muy difíciles, etc).

¿Es cierto que muchas veces se hacen cesáreas compulsivas? (Pregunta de la periodista).
¿Qué es una cesárea compulsiva? Me lleva a responder con otra pregunta.
¿Una intervención evitable, pero que el médico de todas maneras decide llevar a cabo para satisfacer un impulso propio?
Lo que sí se puede afirmar es que en nuestro país, Argentina, el promedio de cesáreas es exactamente inverso a lo que sugiere la Organización Mundial de la Salud como resultados saludables esperables en la población. La OMS afirma que un promedio saludable es un 85%, 90% de partos vaginales y que el promedio de las cesáreas sean de un 10 a un 15 %, depende del tipo de complejidad de atención de la institución.
En nuestro país, el índice de nacimientos quirúrgicos es exactamente al revés, sobre todo en el área de la medicina privada. En el área pública, si bien los promedios son altos (30 al 50%), no igualan las inconcebibles cifras de intervenciones para un evento que debería ser fisiológico.
¿Cuáles son los motivos de semejantes resultados? Muchos, muchísimos. Hoy en día, hasta las mismas mujeres, por el miedo que les da atravesar el parto, creen que eligiendo una cesárea evitarán atravesar aquello a lo que le tienen tanto miedo (¿Y qué es realmente aquello? ¿Miedo a qué? La cesárea también es dolorosísima, pero después! justo cuando tenés que ocuparte del bebé...estás en un postoperatorio!)

También me surge este pensamiento: El tiempo es dinero. Nadie tiene tiempo (sobre todo, una institución) para esperar a una mujer y su fisiología. El sistema de salud está colapsado. Entra una panza, y si no está listo, como sea, dentro de las poquitas horas, sale un bebé. Soy consciente de que estoy siendo dura con mis palabras, pero este tema es inabordable. Ninguna institución ni obstetra lo admitiría públicamente porque es totalmente antiético.

Para que cambie, debería modificarse todo el sistema de salud del país. Estuve acompañando un parto, en calidad de doula, en Finlandia, hace 3 años. Las circunstancias que me llevaron allí son anecdóticas. La cuestión es que pude observar
la cosmovisión del sistema de atención de la salud de dicho país, y es totalmente fisiología céntrico. Para comenzar, con los mismos agentes de salud: Las guardias son de 8 horas. Es decir, JAMÁS te va a atender una enfermera, partera u obstetra que estén fisurados de cansancio y en lo único que piensen sea en terminar con todo como sea y en irse a dormir.
Siempre esperan, nunca perturban, siempre preguntan, respetan. El parto fue largo, para los estándares promedio. Todo fue perfecto. Cuando todo terminó, se me acercó una partera a felicitarme y sobre todo, agradecerme, ya que la parturienta no hablaba la lengua original, y tener un apoyo en su idioma
materno fue un enorme facilitador. Eso, también es conocer de fisiología.
¿Qué cosas entran dentro de la violencia obstétrica?
 Todos los procedimientos no elegidos y no necesitados por parte de la parturienta o del bebé recién nacido. Cualquier imposición por parte de la institución o los profesionales en donde quede priorizada la satisfacción de sus estándares por encima de las necesidades de la parturienta, es violencia obstétrica.
El mal trato, o el destrato. La falta de información, y las acciones silenciosas sobre la parturienta son violentas.
Parecieran olvidar por completo que , si bien ellos están asistiendo a el parto número X, esa mujer estará encontrándose con ese único hijo. y esa experiencia quedará para siempre grabada en ambos, y es única e irrepetible. Para bien o para mal.



Comentarios de lectoras (destaco los preocupantes):
No apoyo para nada el parto humanizado. Corre muchisimo mas riesgo el bebé al esperar que el el cuerpo se acomode, y el proceso fisiologico, el dolor que la madre no está preparada a sentir si es primeriza, si nunca experimentó esto. Muchas creen que aplicar la peridural es anti natural, cuando en realidad se hace luego de las contracciones, luego de haber hecho tu parte como parturienta y es solo suprimir el dolor de esos centimetros que no se dilataron. No sos menos madre por ahorrarte un par de gritos. Si esta bien aplicada, que es lo normal, no hay riesgo ni para la madre ni para el bebe. La episiotomía se hace por precaución, para evitar desgarros que son de lo mas comunes a la hora de dar a luz. y CRÉANME que prefieren un cortecito de unos pocos centímetros que el medico sutura en el momento a un desgarro de tejido que puede comprometer mucho mas el post parto y la relacion con el bebé luego.
Entiendo que en muchos casos la violencia obstetrica está presente, en especial en el sistema medico estatal, donde los partos son miles a diario y no se tienen ni los recursos basicos para esperar.Pero en el caso que se pueda optar, siempre es preferible la asistencia de un profesional y seguir sus indicaciones. (Simple consejo de mamá y amiga de una de las mejores obstetras)

Testimonios de partos no respetados fisiológicamente y sus secuelas (P es en el sistema privado de salud y H en hospital público, para evaluar si hay o no diferencias):

Manuela : mi primer parto fue en hospital publico, fue vaginal intervenido , la medica de 

turno estaba de muy mal humor y me maltrato todo lo que pudo. tambien recibi maniobra 

de  kristeller dado q por el pánico q sentía frente a sus gritos el trabajo de parto se detuvo,

asi que lo sacaron. eso me costo casi la vida, perdiendo mas sangre de la q debia. de ahi 

en mas no entendía nada, sentía como si me hubieran revuelto el cerebro y nada volvía a 

su lugar me costo muchisimo conectar con mi hijo y aun siento las secuelas. la lactancia fue

 frustrada, a los 3 meses se corto......y nadie me apoyo tampoco asique quedo sin teta. lo 

 único que nos salvo fue cargarlo cerquita mio, lo abrazaba fuerte y soñaba que todo se 

pasaría.... como dije antes aun me cuesta conectar con el....H

Natalia: Parto institucionalizado y altamente intervenido. Tuve muchísimos problemas para 

conectar con mi primer hijo, no lo logré hasta casi su primer año. La lactancia nos unió 

mucho, lo amamanté hasta los 2 años, el instinto me decía que era lo que necesitábamos

 para reparar nuestro vínculo roto por tanta violencia. P

Luciana: no me dejaron sentarme, me acostaron y eso hizo que mi hija no baje. Por ende, 

despues de 12 hs de trabajo de parto y dilatacion completa...cesarea. P

Sonia: Despues que nació apenas si la vi y se la llevaron. Pasaron 3 horas,dijeron que eran

 las reglas de la clinica. Mi esposo y ho estábamos muy nerviosos y no respondian nuestras

 preguntas. Cuando al fin la trajeron la puse al pecho y no me despegue mas. Pero esas 

horas fueron espantosas. Ojala en ese entonces hubiera sabido todo acerca del parto 

respetado. La recuperación física mia fue espantosa,dolorosa y tardo mucho. P

Florencia: mi primer hijo naciò por cesàrea me indujeron me pincharon la bolsa, no me 

escucharon, estaba desinformada y creìa que el servicio de salud lo podía Hacer mejor 

que yo, ellos estàn completamente insensibilizados....... me dolió mucho la cesárea y la 

recuperacion mientras se iba reacomodando todo dentro de mi. P

Maria Laura: en mi primer parto me hicieron una episio totalmente innecesaria, cuando me

 cosian no tomo la anestesia local (no tenia peri) y lo putee al medico en 5 idiomas. La 

neonatologa se llevo a mi bebe y le dio mamadera alegando que "la mamá esta nerviosa". 

Me costo varias semanas lograr que se prendiera bien al pecho. P

con mi segundo parto, sin complicaciones, secuestraron a mi hija en neo sin razones 

medicas, me la trajeron 3 hs despues porque pedi ebtre gritos y amenazas de denuncias 

que lo hicieran. Esa separacion aun hoy nos resuena ambas en el alma, tuve un puerperio 

durisimo y por muchos meses ni bien la ponia al pecho no podia dejar de angustiarme y 

sufrir reviviendo esa situación de violencia vivida. P

Karina: mi hija nacio con mucha intervencion, maniobra de Kristeler,clavicula quebada a mi 

bebe ,forceps, y obviamente episiotomia. no pude dar la teta, nunca, no senti que habia 

parido, senti que me quisieron matar, senti queme detestanan por haberme embarazado, 

senti que era malo tener un bebe. aun recuerdo el parto y me duele el corazón, no por 

el dolor fisico, sino por el dolor que mi hija lleva en su cuerpo a causa de su nacimiento 

totalmente inhumano. me hace lagrimear. H

Juana:  Fue una cesárea súper violenta, yo lloraba mucho y no dejaron entrar a mi 

compañero. Me costo mucho conectar con mi pequeña. La recuperacion fue muy larga y 

terrible para mi. (P)

Cyntia: En los estudios pre-parto daba que estaba mi hijo y yo sanos.Parto inducido,mucha

 intervención,con forceps,sufrimiento en el parto,oxigeno a mi hijo por "prevención" sus 

primeras 24 horas sin mi,yo tenia antesesia de mas,no podia caminar y no permitian entrar 

c/silla de ruedas.nada de apego, yo depresión post parto. 6 años después

 supe que lo normal no es lo natural y que no fue culpa mía como me lo hicieron creer.



Y como los finales felices no han de faltar, he aquí algunos testimonios de partos fisiológicos, tanto domiciliarios como institucionales, que son los más raros. 

Graciela: Para el nacimiento de nuestro primer hijo nos informamos lo mas que pudimos, nos ayudo muchísimo hacer el curso ... así como también encontrar una partera y un obstetra que respetaran nuestro deseo de la menor intervención posible.
El trabajo de parto empezó a la 6:30am, mi compañero y papá del bebe, me asistió en nuestro hogar, dándome contención, aliento, calor, todo lo que yo pedía. En la tranquilidad de casa, con muy baja luz, muy cálida en pleno invierno, la dilatación fue muy rápida. A las 11hs salimos para la clinica (P)  acompañados por la partera, entramos directo a la sala de parto, sin tramites ni preguntas, y a las 11:50 teníamos a nuestro hijo en brazos. No recibí anestesia ni tuve episio. El dolor fue llevadero, junto a German, gracias a todos los consejos de Melina y a una fe inquebrantable en la naturaleza y en mi cuerpo, que siendo mujer sabia como dar a luz.
Bauti nació con 40 semanas y 2 días,  un bebe de 4kg, despierto, alerta, que inmediatamente se prendió a la teta y que rara vez lloró. El comentario de todos es que es un bebe feliz!
Estoy profundamente convencida que su llegada al mundo y sus primeras horas de vida fueron claves para su felicidad innata! P

Juana: Para mi segundo embarazo tome las riendas, cambie 3 obstetras hasta que di al fin

 con el equipo en quien deposite mi confianza y tuve a mi segundo hijo en casa, en un 

parto fisiológico y salvaje y maravilloso.

Florencia: Viendo que la institución argentina está muy lejos de brindarse a la necesidad de

 la parturienta, a mis 25, elegí parir a mi segundo hijo en casa, experiencia gloriosa y 

magistral. Lo más poderoso y fascinante de mi vida, un parto rápido, sin dolor, con amor, 

intenso, y todo en armonía. 

Maria José: Parimos en casa ...a los 41 años y realmente la fusión apareció en el primer 

instante Luego me llego el vocabulario:.apego, colecho ,puericultoras!!??? Nunca lo dudé- 

Amor, ,candor,,vitalidades unidas Lactancia hasta los 3 y medio.

Y una prepaga que me paga el parto por no cumplir con la ley ....parto sanador


Conclusión: Creo que estamos atrapados en un paradigma perverso, en donde se ha 

perdido la perspectiva de "beneficiarnos" con los resultados de la experiencia fisiológica 

(hilando fino suena absurdo decirlo así, suena a "no te saques los ojos, porque está 

buenísimo poder seguir viendo").

Sería grandioso que tuviéramos la capacidad de ver que lo que ocurre en la sala de partos 

tiene efectos a inmediato, mediano y largo plazo en la población, y que el obstetra, partera, 

enfermera y neonatólogo/a tendrían que ser conscientes de que son responsables de ese 

encuentro, y que los resultados de su trabajo se verán reflejados en el resto de la vida de 

cada persona en cuyo nacimiento habrán participado.

Me pregunto cuántos niños, adolescentes y adultos de hoy necesitan de una cantidad

inmensa de terapias y medicaciones, que ni siquiera logran sanar, sino que funcionalizan a 

la persona, le permiten "sobrevivir" a pesar de la frustración crónica, una predisposición 

a la depresión o a la violencia (consecuencias directas de la frustración).

Y lamentablemente la experiencia se continúa en la crianza.

Para seguir reflexionando:



Gracias a quienes llegaron hasta acá. Se que puedo ser cansadora y aburrida. Pero lo es muchísimo más aún lo que ocurre todos los días, todo el día en nombre de la "salud".
Abrazos esperanzadores,
Melina