Comunicación Mensual Nro15- Julio 2010
“Desnaturalizados ”
Seguimos recopilando indicadores que denuncian la manera en que hemos alterado nuestra naturaleza.
La vida agitada, urbana, productiva y tecnológica viene atentando contra nuestra condición humana. Retomo para reflexionar el Boletín anterior dedicado al destete cuya temática -de apariencia femenina- involucra a todos. Confirmo con tristeza que en la Argentina el 78, 4% deja de amamantar antes de los seis meses. Un tiempo que toda evidencia científica e intuitiva confirma que es demasiado pronto. No me detengo a profundizar excepciones ni casos individuales que justifican un destete temprano. Hablo del promedio.
Surge una hipótesis y la comparto: el destete es un patrón vincular que da cuenta del apego con nuestras crías y cuando se vive de manera natural sienta bases de salud psíquica. Por el contrario, la manera en que se transita este proceso en la actualidad refleja una de las fuerzas que da origen a los padecimientos del hombre moderno.
Una vez más comprobamos que estamos intervenidos. No tenemos paciencia para respetar nuestros ritmos vitales. Cuesta vincularnos y sufrimos una alta tasa de “desnaturalización” que nos enferma.
Somos testigos de la intervención por todos los costados. En lo superfluo y en lo hondo: ecosistemas, nacimientos, pómulos y labios. Nos hemos dejado intervenir hasta en nuestros procesos más fisiológicos. Nos cuesta parir (el índice de cesáreas es francamente aterrador) y ni mencionar vivir conectados a nuestros ritmos internos. Somos cada vez más pobres para disfrutar de lo gratuito, y la vida es cada vez más cara.
Volviendo al destete, escuchamos incontables historias de mujeres boicoteadas para abandonar la lactancia. Falta de apoyo o simple desinformación. Infundados consejos médicos y psicológicos en nombre de la independencia, perversos intereses económicos de las leches artificiales, escasos modelos de maternaje con apego. Mujeres que pierden su poder y su derecho a dar la teta hasta que tengan ganas. Familias forjadas a entrar rápido al sistema mercantil perdiendo la gratuidad de la leche materna. Y el riesgo que supone la interrupción de ese fluido vivo que nos mantiene conectados piel a piel, haciendo gala de nuestra condición mamífera.
Podemos imaginar las primeras comunidades de hombres, y saber que la lactancia materna fue lo que mantuvo viva a la especie generación tras generación. Hoy pensamos que podemos prescindir o sustituir esta primera ligazón con tetina plástica y leche de vaca o cabra premium. Una madre primeriza preguntaba cual era la mejor leche para comprar para su bebé. La tuya. Buscamos afuera, y está adentro.
El destete es un proceso que lleva tiempo, y eso es lo que menos tenemos. Requiere respeto, escucha y estar atento a las necesidades de nuestros hijos. Cómo nos cuesta! Se ve claramente una falta de cultura de amamantamiento en las grandes urbes y cuesta integrar maternidad con trabajo.
Sin embargo, hay un grupo de mujeres que están trazando un nuevo surco.
Planteo un escenario con tono dramático pero al mismo tiempo algo esta pasando y se empieza a mover. La fuerza del péndulo que equilibra.
Un impulso que viene desde bien adentro y se manifiesta en diferentes voces y acciones. Se palpita por ejemplo en la cantidad de movimientos que revalorizan una vuelta a lo “natural” (ecología, alimentación orgánica, parto respetado, lactancia materna etc.) y en la toma de conciencia individual de que así no podemos seguir viviendo. Si continuaron leyendo hasta aquí imagino que pueden estar sintiendo algo parecido.
Lic. Carolina Gowland
Psicóloga
carolinagowland@gmail.com
TE: 1550251245
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meli, esta muy bueno.
ResponderEliminarla verdad es que se escucha mucho y en realidad no es tanto algo que se escucha y que se ve sino tambien que se palpita. creo que las variantes al parto y a la lactancia natural son simplemente un capricho y mala costumbre de autoinsuficiencia. algo asi como que lo que nosotras podamos proporcionar nunca sera suficiente, entonces hay complementar con el afuera. el problema es que hay gente que equivoca terminos: "complementar" y "suplantar". es un tema bastante complejo.
me encantó, comparto totalmente, el tema es cuando un pediatra te dice q tu hijo tiene bajo peso,q no puede bajar de este "Percentilo", entonces te agregan leches de fórmula y uno tiene que ir en contra de su idelogía, yo sufro cada vez que lo veo tomando biberón, lloro literalmente, me genera angustia, por lo cual, yo no se lo puedo dar, se lo da mi marido o en el jardín, hice malabares para continuar con teta exclusivamente, cambie de pediatras, pero me agregaron complemento, yo me sigo sacando leche y le doy siempre que puedo para continuar con la producción, mi pregunta es: hasta que punto mi leche "no lo alimenta" como debería?, es real que necesita de estas leches maternizadas o que no están cubiertas sus necesidedes nutricionales con mi leche?
ResponderEliminarsol, hay más pediatras. si querés comunicate conmigo a mi mail melina@materpater.com.ar
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