ELUDIENDO LAS REGLAS
Las compañías están tratando por todos los medios de mantener un pie en la puerta, aunque sea la puerta de servicio, de las instituciones de salud, a medida que el Código Internacional y, cada vez más, las leyes nacionales basadas en el Código Internacional, les están cerrando la puerta de entrada en hospitales y clínicas. El acceso a las instituciones de salud es la mejor vía para llegar a las mujeres gestantes y las madres de recién nacidos. Pues no solamente las mujeres que se encuentran en los servicios de salud son particularmente vulnerables en ese período, sino que también confían en los médicos y las instituciones de salud. Lo que se le enseñe a la madre o lo que el médico le da, naturalmente debe ser lo mejor para su bebé. Y claro, todas la madres quieren lo mejor para su bebé.
Extendiendo el mercado
Los nuevos productos y las nuevas prácticas que ya se han introducido en muchos países se extenderán rápidamente a los demás. Las leches especiales para madres y para niños pequeños son una extensión lógica del mercado que inicialmente era sólo de leche de fórmula. A lo largo de los años, los fabricantes han ampliado el mercado, creando las leches de seguimiento y luego toda una serie de "fórmulas especiales" para prematuros, niños con bajo peso al nacer, bebés con intolerancia a la lactosa, etc.
La extensión del mercado con productos destinados a las madres y a los niños pequeños mayores no sólo aumenta enormemente el número de consumidores potenciales, sino que ofrece también a las compañías amplias oportunidades de continuar usando las instituciones de salud y las mismas técnicas de mercadeo que usaban para la promoción de la leche de fórmula.
Hoy día, así como era antes de que se adoptara el Código Internacional, Nestlé, Mead Johnson y Snow Brand, por ejemplo, patrocinan abiertamente cursos prenatales y entregan a cada madre una bolsa llena de regalos. La única diferencia es que hoy día la muestra en esa bolsa ya no es de leche de fórmula sino una muestra de leche para madres. De esta forma, las compañías siguen dando un mensaje comercial a las madres en el período crítico cuando éstas deben decidir cómo alimentar a su bebé. Las instituciones de salud, donde se realizan tales cursos, aparecen como promotoras de la compañía y de sus productos. La lactancia natural sigue perdiendo.
Comercialización directa
Los nuevos productos que no están abarcados por el Código Internacional ofrecen a las empresas una posibilidad más de competir con la lactancia materna. El Código prohibe tajantemente el contacto directo entre el personal de comercialización y las madres. Ahora, los representantes de venta de las empresas van a ver a las madres con la excusa de presentarles productos nuevos que no figuran en el Código Internacional.
Ya no se trata de las maternidades que con toda inocencia entregaban a las empresas las direcciones de las madres que asistían a los cursos prenatales. Hoy día, las compañías constituyen sus propias listas de direcciones, creando sus propios cursos prenatales e invitando a las madres a inscribirse en sus "clubes de madres", o invitándolas a seminarios sobre cómo ser padres. Luego envían correspondencia directa a las madres en cada uno de los momentos importantes de la vida del bebé: el nacimiento, las etapas de crecimiento rápido a los tres meses, a los cuatro, cinco o seis meses cuando la madre tiene preguntas sobre la alimentación complementaria, en el primer cumpleaños, etc.
Por ejemplo, en Malasia se invitaron 200 mujeres gestantes a un desfile de modas MOM de Nestlé en un hotel de lujo. Cuando la asociación de madres lactantes de la ciudad protestó, diciendo que el Código prohibe ese contacto directo entre compañías y futuras madres, Nestlé respondió que no estaba ofreciendo ese desfile como Nestlé, sino que más bien era un evento de MOM y ese no era un producto abarcado por el Código Internacional.
Bolsa MOM de Nestlé regalada a las mujeres que vienen a los cursos prenatales en Malasia.
Leche de fórmula para madres
Primero hubo la leche de fórmula, luego la leche de seguimiento y ahora, la fórmula para mujeres gestantes y lactantes. La leche de fórmula para madres es una idea ingeniosa, pues permite a los fabricantes andar con la ola de la lactancia materna y vincular la bondad de la lactancia natural con un producto nuevo. Al mismo tiempo, ofrece a los fabricantes de leches de fórmula y leches de seguimiento una oportunidad más de recordar a las madres, a los médicos y hospitales el nombre de su compañía. Hay por lo menos diez grandes fabricantes de leches de fórmula que actualmente están promocionando fuertemente fórmulas para mujeres gestantes y lactantes. Se está creando un mercado nuevo por medio de folletos en colores, publicidad en la televisión, en revistas y periódicos, con cursos prenatales patrocinados, con muestras y con seminarios.
Es un mercado nuevo repleto de sus marcas: MOM (Nestlé), Formance (Abbott Ross), Lactomil (Wyeth), Mama Care y Ma Ma Sustagen (Mead Johnson), Mama Plus (Dumex), Frisomum (Friesland/Dutch Baby), Protifar (Nutricia). Todos los grandes fabricantes de alimentos infantiles están presentes en el mercado. Snow Brand entró recientemente con su Maternity. Algunos recién llegados incluyen Novalac (United Pharmaceuticals) y Anmum de New Zealand Dairy Board (NZDB). La NZDB sin duda se ha inspirado en las leches de seguimiento de otras empresas, pues lanzó Anmum 1 y Anmum 2.
Hay fuerte promoción de leches Anmum en Singapur, Malasia, Taiwan Hongkong y Filipinas, pero no en Nueva Zelandia, país sede de la NZDB.
Nestlé viene promocionando MOM en América Latina y en Asia. Envió un librillo de 25 páginas en colores a los médicos en Brasil y seis hospitales brasileños informaron que hay promoción de MOM en sus servicios. Abbott distribuye monografías en colores de Formance a los profesionales de salud en Bolivia, Colombia, México y Perú. Abbott también promociona Formance con volantes en hospitales de Kuwait y en periódicos y por correo directo en Malasia. La fórmula para madres Mama Care de Mead Johnson se promociona en hospitales en México y Filipinas. Anmum y Mama Care han iniciado "clubes de madres". El Club Anmum ofrece a sus miembros seminarios, videos baratos, bolsas de pañales y baterías de cocina, a menudo a cambio de las tapas de aluminio de latas Anmum. Hay afiches de Lactomil de Wyeth en maternidades de Malasia. En Filipinas, las madres que están en las salas de espera para inmunización de sus bebés reciben fórmula MOM en tazas MOM.
Muestras por doquier: por correo, en cursos prenatales, en consultorios médicos,
en tiendas de ropa para mujeres gestantes, en farmacias, y, en Malasia, inclusive en
los locales McDonald's dónde se encontraron cestas con muestras de Novalac
en oferta.
Superfluo
¿Acaso la madres que amamantan necesitan esas fórmulas? ¡No! Una dieta equilibrada de alimentos localmente disponibles normalmente proporciona las 14 vitaminas y 12 minerales que Formance promete a la madre. Durante la gestación el cuerpo se prepara naturalmente para el bebé y para la lactancia materna, almacenando nutrientes y energía adicionales. Las madres deben saber que son perfectamente capaces de escoger una dieta sana para sí mismas y para sus hijos. Las madres que están muy desnutridas de todos modos son demasiado pobres como para pagarse las Anmum o MOM u otras leches. Lo que necesitan son más alimentos locales nutritivos que cuestan una pequeña fracción del precio de estas nuevas fórmulas para madres. También existen pastillas baratas de ácido fólico, hierro y vitamina A para suplementar la dieta.
¿Perjudicial?
Si. El mensaje promocional más evidente de estos productos es que las madres los necesitan para poder amamantar con éxito. Por ejemplo, una publicidad del Formance de Abbott Ross declara en grandes letras "Aumenta la producción de leche materna". Los folletos de Formance dicen que el producto mejorará la calidad y la cantidad de leche materna. En la tapa de un folleto de Anmum 2 de la NZDB dice "Las madres que amamantan tienen necesidades nutricionales especiales diferentes de las de mujeres gestantes". El texto del folleto dice que el Anmum 2 mejora la calidad de la leche materna.
Este tipo de mensajes socava los muchos años de trabajo de fomento de la lactancia materna que trata de mostrar que la lactancia materna es natural y que toda mujer la puede lograr. Esos mensajes, al pretender que la lactancia natural es complicada, pueden llevar una madre atareada a decirse, "pues en vez de beber esa nueva fórmula, más vale que le compre leche de fórmula a mi bebé".
Al tratar de convencer a las mujeres para que compren esos productos, los fabricantes están explotando las reconocidas ventajas de la lactancia materna y los temores de la madre, particularmente el temor muy natural de cualquier madre que algo podría no estar bien con su bebé o con su leche. Los volantes de Mama Plus dicen "Lo que es bueno para mamá es mejor para el bebé". Frisomum afirma que el producto "hace posible el buen crecimiento y desarrollo de su bebé". Un recetario publicitario de MOM (Nestlé) dice en cada hoja "Confíe en MOM que sabe lo que es mejor para su bebé". El folleto promocional de Mama Plus (Dumex) habla de estudios recientes que confirman un riesgo mayor de defectos congénitos debido a la insuficiencia de ácido fólico. Dice también que la taurina es esencial para el desarrollo normal del cerebro, de los nervios y los ojos del feto (pero no dice que todo eso la madre y la leche materna lo tienen). Da la impresión que, para evitar ese riesgo, sólo hacen falta dos vasos de Mama Plus con sabor chocolate o vainilla por día.
Mead Johnson hace publicidad de Mama Care en una falsa tapa de
la revista News-week que regala
a hospitales en Filipinas.
Según la publicidad, el Anmum 2 "ayuda a asegurar que los bebés tengan el mejor inicio en la vida". El refrán principal de Formance (Abbott Ross) dice "porque todas la mujeres merecen tener hijos sanos". Los afiches de Lactomil de Wyeth aconsejan a mujeres gestantes y madres que amamantan, con fotos a todo color, cuántos alimentos caros necesitarían consumir para satisfacer los requisitos esenciales en proteína, hierro, calcio, ácido fólico y zinc ... y concluye así: "Para estar segura de que recibe todos los nutrientes que necesita ... suplemente su dieta con el NUEVO! Lactomil, porque la salud del bebé comienza con la madre".
Leches 1-2-3
La leche de seguimiento ahora tiene su propia secuencia. Los resultados del monitoreo realizado por IBFAN revelan que se están promocionando fuertemente, en varias partes del mundo, las llamadas "leches 1-2-3", leches comercializadas específicamente para niños de uno a tres años de edad. El contenido y el análisis de estas leches difiere muy poco de las leches de seguimiento, a pesar de que se promocionan como si fuesen un producto completamente diferente. Este producto parece ser parte de la estrategia de los fabricantes de ir siempre un paso adelante de los responsables de la política.
De la misma manera que con las leches para madres, los fabricantes usan las leches 1-2-3 para llegar a las madres en las instituciones de salud, y así obtener nombres y direcciones de mujeres que están en edad de procrear y hacer publicidad impunemente. Así por ejemplo, una publicidad de Dutch Lady 1-2-3 en Malasia incluye un formulario que las madres deben llenar con su nombre, dirección y marca de la fórmula que están usando. Las leches 1-2-3 se ven promocionadas en todas las instituciones de salud, por medio de afiches, calendarios, volantes, relojes de pared, además de volantes distribuidos en los supermercados. También se promocionan estas leches con muestras enviadas por correo o distribuidas en los servicios de salud y con afiliación gratuita a "clubes de niños" y suscripciones a boletines.
Los nombres de firmas y las marcas de productos se
van grabando en la mente de los consumidores
por imágenes repetidas, tales como esta tortuga
Ninja Neslac de Nestlé que mide 1,20 metros y
sirve de tabla para medir el crecimiento,
colocada en las paredes de clínica en Pakistán.
En Malasia, Mead Johnson entrega a las madres muestras de Enfagrow, una leche para niños pequeños, y regalos como la toalla en esta foto. La toalla ilustra tres etapas del crecimiento: la silueta de un bebé, de un niño pequeño y de un niño mayor. Encima de la silueta del bebé está la palabra Enfa..., omitiéndose astutamente las tres últimas letras de la marca Enfalac, la leche de fórmula de Mead Johnson que ellos no pueden promocionar, según el Código Internacional y según el Código de Malasia.
PATROCINIO: ¿EXISTEN LOS
ALMUERZOS GRATIS?
El Código Internacional no trata directamente de la delicada cuestión ética: Cómo la financiación de viajes, conferencias, periódicos o revistas profesionales y becas puede afectar los hábitos de prescripción de los profesionales. En realidad, se podría decir que el Código permite ese tipo de financiación, a condición de que las contribuciones sean declaradas y que no constituyan un incentivo para la promoción de los productos abarcados por el Código. La declaración debe hacerse únicamente a la institución a la que pertenezca un agente de salud, lo cual parecería excluir los médicos y otros profesionales que ejercen a título privado. También queda abierto a interpretación cómo y cuándo una contribución financiera a un agente de salud llega a constituir un "incentivo" para la promoción comercial.
La resolución WHA 49.15 adoptada por la Asamblea Mundial de la Salud en 1996 es un poco más osada, instando a los Estados Miembros a que cualquier apoyo financiero [de la industria] no cree un conflicto de intereses para los profesionales que trabajan en salud de los lactantes y niños de corta edad.
Los investigadores encontraron ejemplos de subsidio financiero a agentes de salud que son otra manera de 'eludir' las reglas, en los siguientes casos:
Ocho compañías (Abbott Ross, Dumex, Friesland, Mead Johnson, Meiji, Nestlé, Snow Brand y Wyeth) hicieron contribuciones en efectivo a un hospital de pediatría en Bangkok, Tailandia.
Morinaga y Sari Husada pagaron las vacaciones de personal de las maternidades en Indonesia.
Wyeth, Nestlé y Mead Johnson financiaron los viajes de profesionales de la salud en Colombia, Brasil y México.
En Argentina, Nestlé, Wyeth y La Serenísima dieron becas y premios a varios médicos.
Los datos recopilados para el monitoreo también revelan una larga lista de ejemplos de patrocinio de conferencias, seminarios y reuniones. Encabezan la lista Nestlé y Wyeth, con eventos de este tipos pagados o subvencionados en Argentina, Colombia, Malasia, México, Brasil, Venezuela, Gabón, Filipinas y Tailandia, mientras Abbott Ross y Mead Johnson lo hicieron en Nicaragua. Snow Brand patrocinó una conferencia regional de pediatría en Tailandia.
Nestlé, Nutricia y Milupa patrocinaron asociaciones de profesionales de salud y conferencias en Bélgica.
fuente: http://www.fmed.uba.ar/mspba/vlr/main.htm
domingo, 28 de marzo de 2010
lunes, 15 de febrero de 2010
testimonio de un papá que recibió a su bebé en institución
Hola Melina: Hace un tiempo que tenía ganas de mandarte un mail pero aunque solamente es pensar y sentarse, lleva un tiempo, y entre otras cosas es lo que me falta.
El "Master" que hicimos con vos y el grupo, resultó realmente interesante.
Es volver un poco al mundo en el que nacimos nosotros y seguramente nuestros padres.
Mientras me tomo un trago de Oxitocina con hielo y limón, recuerdo esos partos que nos mostrabas en video como le muestran en las concentraciones a los jugadores las jugadas del equipo rival. Por algunos días mi rival fué el obstetra, desde que le planteamos "No a la Oxitocina", "No a la Pedidural", No Pasarán...!!!!
Cada nueva consulta estábamos en estado de rebeldía. Pero sirvío. Y mucho.
Estar informado fué el inicio para saber lo que queríamos y lo que no queríamos.
Éste es el primer punto valioso de tu enseñanza, el ponernos en conocimiento.
El jueves 10 a eso de las 8 de la noche, mientras se me rompía en la calle la camioneta Paola rompía bolsa y me avisaba. Después, apenas llegué, el primer llamado fué a vos. Es extraño: es la primera vez que ante una consulta médica llamamos a un Bronfman, pero no al respetado y querido Zalman.
Después de tu consejo esperamos un poco y luego fuimos al CEMIC.
Llegó con 1 de dilatación, y la Dra. que nos atendió del equipo de nuestro obstetra,
le pregunta a Paola después de revisarla:
Dra.: Querés tener un parto?
Sí.- fué la respuesta.
Ahí sentí que habíamos ganado la mitad de la batalla. y sentí tranquilidad y recordé que fuí el peor alumno del grupo, pero que lo iba a disimular lo mejor posible.
Dra.: ...bien... Y cómo se va a llamar?
Estamos viendo entre Tomás e Ignacio..., dijimos.
Dra.: Tomás!!!!! Me encanta...
Listo. Nuestro hermoso crío tenía nombre.
De ahí a la habitación y a la hora y media a la sala de partos. Era la 1 de la mañana.
Las clases, los masajes, las caricias, me sentía un experto, seguramente no lo era,
pero el momento me llevaba y actuaba. Paola transpiraba, gritaba, gemía y me pedía
que le sostuviera las rodillas ya que se le juntaban le temblaban y era lo que más le molestaba.
No había, todavía oxitocina. Ni tampoco nervios. Mi sed llamaba a la Gatorade que había dejado en la habitación.
Con 8 de dilatación Paola pide a los gritos la pedidural y yo, también a los gritos, una pizza...
Todos trabajando, concentrados y relajados.
Con Paola nos preguntábamos Cómo será la cara?
Hasta las 5 y cuarto que llega el obstetra cambiado y bañado.
A las 6 AM del viernes 11 de Diciembre, por parto natural aunque con leve pedidural,
nace Tomás.
Llorando nos mira y su cara expresa sorpresa:
Uhhhh... Ustedes eran? probablemente haya pensado.
Apenas lo ví y después de contarle los dedos, como en aquel comercial,
hicimos un trato:
Nosotros le cambiamos los pañales y el nos cambia la vida.
un beso,
Fabián Elorza
Felicidades para vos y el grupo.
El "Master" que hicimos con vos y el grupo, resultó realmente interesante.
Es volver un poco al mundo en el que nacimos nosotros y seguramente nuestros padres.
Mientras me tomo un trago de Oxitocina con hielo y limón, recuerdo esos partos que nos mostrabas en video como le muestran en las concentraciones a los jugadores las jugadas del equipo rival. Por algunos días mi rival fué el obstetra, desde que le planteamos "No a la Oxitocina", "No a la Pedidural", No Pasarán...!!!!
Cada nueva consulta estábamos en estado de rebeldía. Pero sirvío. Y mucho.
Estar informado fué el inicio para saber lo que queríamos y lo que no queríamos.
Éste es el primer punto valioso de tu enseñanza, el ponernos en conocimiento.
El jueves 10 a eso de las 8 de la noche, mientras se me rompía en la calle la camioneta Paola rompía bolsa y me avisaba. Después, apenas llegué, el primer llamado fué a vos. Es extraño: es la primera vez que ante una consulta médica llamamos a un Bronfman, pero no al respetado y querido Zalman.
Después de tu consejo esperamos un poco y luego fuimos al CEMIC.
Llegó con 1 de dilatación, y la Dra. que nos atendió del equipo de nuestro obstetra,
le pregunta a Paola después de revisarla:
Dra.: Querés tener un parto?
Sí.- fué la respuesta.
Ahí sentí que habíamos ganado la mitad de la batalla. y sentí tranquilidad y recordé que fuí el peor alumno del grupo, pero que lo iba a disimular lo mejor posible.
Dra.: ...bien... Y cómo se va a llamar?
Estamos viendo entre Tomás e Ignacio..., dijimos.
Dra.: Tomás!!!!! Me encanta...
Listo. Nuestro hermoso crío tenía nombre.
De ahí a la habitación y a la hora y media a la sala de partos. Era la 1 de la mañana.
Las clases, los masajes, las caricias, me sentía un experto, seguramente no lo era,
pero el momento me llevaba y actuaba. Paola transpiraba, gritaba, gemía y me pedía
que le sostuviera las rodillas ya que se le juntaban le temblaban y era lo que más le molestaba.
No había, todavía oxitocina. Ni tampoco nervios. Mi sed llamaba a la Gatorade que había dejado en la habitación.
Con 8 de dilatación Paola pide a los gritos la pedidural y yo, también a los gritos, una pizza...
Todos trabajando, concentrados y relajados.
Con Paola nos preguntábamos Cómo será la cara?
Hasta las 5 y cuarto que llega el obstetra cambiado y bañado.
A las 6 AM del viernes 11 de Diciembre, por parto natural aunque con leve pedidural,
nace Tomás.
Llorando nos mira y su cara expresa sorpresa:
Uhhhh... Ustedes eran? probablemente haya pensado.
Apenas lo ví y después de contarle los dedos, como en aquel comercial,
hicimos un trato:
Nosotros le cambiamos los pañales y el nos cambia la vida.
un beso,
Fabián Elorza
Felicidades para vos y el grupo.
viernes, 12 de febrero de 2010
testimonio de un padre que recibió a su hijo en un parto en casa
Renato (papa de Iñaki, Nacido en casa)
Llevamos hora y media de contracciones ininterrumpidas, cada 5 o 6 minutos. Denise tiene los ojos vidriosos, como amielados. Dice que nota al bebé tranquilo; que apenas se mueve, sereno; como si supiera qué hacer. A la hora y media, las contracciones parecen ser mas intensas. Denise va a hacer pis. Siento que todo, lentamente, se acerca. Bebi siente que estaría dilatando ya. 3° hora: las contracciones se intensifican en cantidad y dolor. No hay sangre todavía. Denise se sienta sobre la pelota en cuclillas. Llega Melina, de gran ayuda, y cuando las contracciones se hacen más intensas aún -pero no todo lo que después vimos- Alejandra, la partera, pide por teléfono que preparemos el baño a donde Denise pasa la sexta y séptima hora. Es un momento muy intenso para mí, ya que Denise se apoya sobre mi cuerpo -me moja varias remeras- cada vez que llegan las contracciones. Melina me acompaña sujetándole las ancas. Es muy intenso porque debo anotar las contracciones y volver. Denise está tranquila; respira y de repente la llegada de otra contracción de modo que se yergue, se acomoda sobre mi cuerpo y aguanta el chubasco. Una y otra vez. Llega Alejandra, hace un tacto a Denise y le provoca otra contracción. Alejandra sugiere que Denise salga del agua y así se hace.Controla el ritmo del bebé y en la cama hace otro tacto que miro de reojo por el visillo de la puerta de la habitación a la que ha vuelto Denise. La dilatación es 6. Se está bien, pero falta. Me alegra que haya llegado la partera. En estas circunstancias uno siempre teme lo peor. Entonces Denise va de nuevo al baño a hacer pis o caca, como otras veces.Ahí las contracciones empiezan a ser pujos y los gritos más intensos y profundos, como aullidos de lobo. Denise cabalga sobre Melina, que saca chapa de grande. Yo, que me había dormitado un ratito quedo a un costado, observando el desenlace. De repente Alejandra llama al médico y me pide que me quede detrás de Denise y le pide a ésta que se ponga de cuclillas, abandonando el inodoro. Así se hace y Melina encuentra -por fortuna- el mando del aire acondicionado que debíamos apagar pues el cuarto había bajado mucho la temperatura, que no era ideal para el bebé. Llegar Carlos, en silencio y observa. Alejandra manda. Denise puja y el bebe asoma la cabeza, pero no, vuelve atrás.Alejandra pide otro pujo y otro y otro. Quizás 7 u 8, intensos, distintos, dolorosos, con ese grito tierno pero penetrante que cala a fondo de los demás. Yo me estremezco y sollozo. Hubiera querido llorarme todo pero no fue. De repente, al cabo de otro gran grito de cuclillas en el baño, aparecía la cabeza y detrás, como bolsa de papa, todo el cuerpo, como una bola morada. Alejandra se lo pone a Denise en el pecho, que lo recibe radiante. Y así unos segundos, quizás minutos. Luego Carlos limpia fugazmente el cuerpo; anuda el cordón y me da la tijera para cortarlo. El bebé se da vuelta e incomoda la operación que luego hago, tembloroso, en dos tiempos. De inmediato advierto que es hombre, morado, pero lentamente pierde esa coloratura. De seguido, la caída de la placenta y la entrega del bebé a mí, para que Denise se incorpore, acicale un tanto y vaya con el bebé -tranquilo, sin llanto alguno- a la cama. Ahí, en brazos, silencio cómplice, elegante y experimentado de los demás (Carlos, Alejandra y Melina) contemplo temeroso a mi Iñaki.
Llevamos hora y media de contracciones ininterrumpidas, cada 5 o 6 minutos. Denise tiene los ojos vidriosos, como amielados. Dice que nota al bebé tranquilo; que apenas se mueve, sereno; como si supiera qué hacer. A la hora y media, las contracciones parecen ser mas intensas. Denise va a hacer pis. Siento que todo, lentamente, se acerca. Bebi siente que estaría dilatando ya. 3° hora: las contracciones se intensifican en cantidad y dolor. No hay sangre todavía. Denise se sienta sobre la pelota en cuclillas. Llega Melina, de gran ayuda, y cuando las contracciones se hacen más intensas aún -pero no todo lo que después vimos- Alejandra, la partera, pide por teléfono que preparemos el baño a donde Denise pasa la sexta y séptima hora. Es un momento muy intenso para mí, ya que Denise se apoya sobre mi cuerpo -me moja varias remeras- cada vez que llegan las contracciones. Melina me acompaña sujetándole las ancas. Es muy intenso porque debo anotar las contracciones y volver. Denise está tranquila; respira y de repente la llegada de otra contracción de modo que se yergue, se acomoda sobre mi cuerpo y aguanta el chubasco. Una y otra vez. Llega Alejandra, hace un tacto a Denise y le provoca otra contracción. Alejandra sugiere que Denise salga del agua y así se hace.Controla el ritmo del bebé y en la cama hace otro tacto que miro de reojo por el visillo de la puerta de la habitación a la que ha vuelto Denise. La dilatación es 6. Se está bien, pero falta. Me alegra que haya llegado la partera. En estas circunstancias uno siempre teme lo peor. Entonces Denise va de nuevo al baño a hacer pis o caca, como otras veces.Ahí las contracciones empiezan a ser pujos y los gritos más intensos y profundos, como aullidos de lobo. Denise cabalga sobre Melina, que saca chapa de grande. Yo, que me había dormitado un ratito quedo a un costado, observando el desenlace. De repente Alejandra llama al médico y me pide que me quede detrás de Denise y le pide a ésta que se ponga de cuclillas, abandonando el inodoro. Así se hace y Melina encuentra -por fortuna- el mando del aire acondicionado que debíamos apagar pues el cuarto había bajado mucho la temperatura, que no era ideal para el bebé. Llegar Carlos, en silencio y observa. Alejandra manda. Denise puja y el bebe asoma la cabeza, pero no, vuelve atrás.Alejandra pide otro pujo y otro y otro. Quizás 7 u 8, intensos, distintos, dolorosos, con ese grito tierno pero penetrante que cala a fondo de los demás. Yo me estremezco y sollozo. Hubiera querido llorarme todo pero no fue. De repente, al cabo de otro gran grito de cuclillas en el baño, aparecía la cabeza y detrás, como bolsa de papa, todo el cuerpo, como una bola morada. Alejandra se lo pone a Denise en el pecho, que lo recibe radiante. Y así unos segundos, quizás minutos. Luego Carlos limpia fugazmente el cuerpo; anuda el cordón y me da la tijera para cortarlo. El bebé se da vuelta e incomoda la operación que luego hago, tembloroso, en dos tiempos. De inmediato advierto que es hombre, morado, pero lentamente pierde esa coloratura. De seguido, la caída de la placenta y la entrega del bebé a mí, para que Denise se incorpore, acicale un tanto y vaya con el bebé -tranquilo, sin llanto alguno- a la cama. Ahí, en brazos, silencio cómplice, elegante y experimentado de los demás (Carlos, Alejandra y Melina) contemplo temeroso a mi Iñaki.
miércoles, 20 de enero de 2010
primera hora de vida
La hora más importante de la Vida
¿Alguna vez observaste un bebé apenas nacido? Un bebé apenitas nacido tiene los ojos descomunalmente abiertos. Abre la boca, y mira, mira, mira. Se retuerce bastante. No siempre llora. Una hora después, se duerme. ¿Por qué hace esto? ¿Tiene alguna explicación? Somos mamíferos. El bebé en realidad está buscando ver a su madre. Abre la boca porque quiere succionar, y se retuerce porque no se siente junto a ella. No la huele y sabe que ella no está cerca. Si ese bebé estuviera en brazos de su madre, estaría mamando y relajado, porque estaría satisfaciendo esas necesidades que expresa con su cuerpo. Si el bebé no está en brazos de su madre, y no hay razones clínicas que justifiquen una separación, es allí donde debería estar.
Nuestro organismo responde a un mecanismo de supervivencia ancestral que hace que nos apeguemos a nuestra madre (y a la vida). Esta primera hora de vida, se llama la hora del apego. La hora de la impronta. Es una hora única e irrepetible. Crítica y determinante según algunos autores. No existe una segunda primera hora de vida. De hecho, a lo largo de nuestra vida, la primera experiencia, el primer día de escuela, la primera maestra, el primer beso, la primera vez…son muy importantes. Si estas no fueron buenas, incluyendo la primer hora de vida, después necesitamos muchas más experiencias reconfortantes para revertir la primera impresión…que no se desinstala, solo que aprendemos a distinguir que aunque no haya sido buena, el resto sí puede serlo.
Para el bebé recién nacido (y durante muchos meses), su organismo y el de su madre son lo mismo. Necesita visceralmente de ese contacto piel a piel. Por eso, apenas nace, mira tan fijo. Reconoce al ser que le dio la vida y que se la asegurará mientras sea dependiente de ella…En algunas instituciones aunque se especializan en nacimientos, no tienen en cuenta este “detalle”, y al bebé apenas nacido se lo aparta de la madre durante dos horas, para que quede en “observación”. El bebé con sus gestos y reacciones sólo pide contacto materno.Según algunas investigaciones que compararon dos grupos de bebés (los Dres. Klaus y Kennel, en Internet aparece este dato) uno que había sido separado durante una hora de su madre al nacer, y otro que no lo había sido, llegaron a los siguientes resultados: a los 6 meses de vida, los que no habían sido separados, tenían mejor peso. Mamaban mejor. No se habían enfermado. Regulaban mejor sus horas de sueño. Lloraban menos. En resumen, tenían un desarrollo sensiblemente mejor, más completo y saludable que aquellos bebés cuya primerísima hora de vida no la habían pasado junto a sus padres. Es muy importante contar con esta información durante la gestación para pactar con la institución la no interrupción de esta “hora sagrada”. La ley 25129, sobre los derechos de las parejas en la atención obstétrica avala tanto la necesidad de la mujer en trabajo de parto de elegir la posición y procedimientos que se llevarán a cabo (si no hay un diagnóstico que indique una intervención), como el derecho del niño recién nacido a permanecer con sus padres.Por eso volviendo a la pregunta inicial “¿alguna vez observaste un bebé apenas nacido?”…ojalá todos podamos comprender la importancia de estos primeros 60 minutos y “permitirles” a las madres nacientes abrazar a sus hijos, acariciarlos con su mirada y amamantarlos. Es una hora que quedará por siempre grabada en ambos.
• Melina Bronfman - Doula
Tel: 4772-1609www.materpater.com.ar
¿Alguna vez observaste un bebé apenas nacido? Un bebé apenitas nacido tiene los ojos descomunalmente abiertos. Abre la boca, y mira, mira, mira. Se retuerce bastante. No siempre llora. Una hora después, se duerme. ¿Por qué hace esto? ¿Tiene alguna explicación? Somos mamíferos. El bebé en realidad está buscando ver a su madre. Abre la boca porque quiere succionar, y se retuerce porque no se siente junto a ella. No la huele y sabe que ella no está cerca. Si ese bebé estuviera en brazos de su madre, estaría mamando y relajado, porque estaría satisfaciendo esas necesidades que expresa con su cuerpo. Si el bebé no está en brazos de su madre, y no hay razones clínicas que justifiquen una separación, es allí donde debería estar.
Nuestro organismo responde a un mecanismo de supervivencia ancestral que hace que nos apeguemos a nuestra madre (y a la vida). Esta primera hora de vida, se llama la hora del apego. La hora de la impronta. Es una hora única e irrepetible. Crítica y determinante según algunos autores. No existe una segunda primera hora de vida. De hecho, a lo largo de nuestra vida, la primera experiencia, el primer día de escuela, la primera maestra, el primer beso, la primera vez…son muy importantes. Si estas no fueron buenas, incluyendo la primer hora de vida, después necesitamos muchas más experiencias reconfortantes para revertir la primera impresión…que no se desinstala, solo que aprendemos a distinguir que aunque no haya sido buena, el resto sí puede serlo.
Para el bebé recién nacido (y durante muchos meses), su organismo y el de su madre son lo mismo. Necesita visceralmente de ese contacto piel a piel. Por eso, apenas nace, mira tan fijo. Reconoce al ser que le dio la vida y que se la asegurará mientras sea dependiente de ella…En algunas instituciones aunque se especializan en nacimientos, no tienen en cuenta este “detalle”, y al bebé apenas nacido se lo aparta de la madre durante dos horas, para que quede en “observación”. El bebé con sus gestos y reacciones sólo pide contacto materno.Según algunas investigaciones que compararon dos grupos de bebés (los Dres. Klaus y Kennel, en Internet aparece este dato) uno que había sido separado durante una hora de su madre al nacer, y otro que no lo había sido, llegaron a los siguientes resultados: a los 6 meses de vida, los que no habían sido separados, tenían mejor peso. Mamaban mejor. No se habían enfermado. Regulaban mejor sus horas de sueño. Lloraban menos. En resumen, tenían un desarrollo sensiblemente mejor, más completo y saludable que aquellos bebés cuya primerísima hora de vida no la habían pasado junto a sus padres. Es muy importante contar con esta información durante la gestación para pactar con la institución la no interrupción de esta “hora sagrada”. La ley 25129, sobre los derechos de las parejas en la atención obstétrica avala tanto la necesidad de la mujer en trabajo de parto de elegir la posición y procedimientos que se llevarán a cabo (si no hay un diagnóstico que indique una intervención), como el derecho del niño recién nacido a permanecer con sus padres.Por eso volviendo a la pregunta inicial “¿alguna vez observaste un bebé apenas nacido?”…ojalá todos podamos comprender la importancia de estos primeros 60 minutos y “permitirles” a las madres nacientes abrazar a sus hijos, acariciarlos con su mirada y amamantarlos. Es una hora que quedará por siempre grabada en ambos.
• Melina Bronfman - Doula
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viernes, 4 de diciembre de 2009
Prioridades a la hora de criar
“La energía que el hombre y la mujer dedican a la producción de bienes materiales aparece cuantificada en todos nuestros índices económicos. Pero la energía que el hombre y la mujer dedican a la producción, en sus propios hogares, de niños felices, sanos y seguros de sí mismos, no cuenta para nada en ninguna estadística.Hemos creado un mundo trastornado”John Bowlby
Varios profesionales de la medicina, neurología, psicología y psiquiatría (ojo al dato) firmaron y publicaron el 15 de Septiembre del 2009 un manifiesto a favor de dos años de maternidad/paternidad garantizados por los poderes públicos.
Esta iniciativa es una gran noticia, pero el hecho de tener que justificar y reivindicar públicamente que criar a nuestros hijos es vital para ellos y para el colectivo es el ejemplo más esclarecedor de lo desorientada que está nuestra sociedad.
Lo que es una obviedad en pueblos menos “desarrollados” tecnológicamente, aunque más mamíferos y mucho menos adultocentristas que nosotros, y lo que tienen muy claro en las sociedades con un estado de Bienestar más amplio, como las nórdicas, a nosotros nos lo tienen que explicar con infinitos estudios de conexiones cerebrales, vínculo y comportamiento para que entendamos que nuestros hijos necesitan nuestro tiempo y que esa es la mejor inversión, en salud, equilibrio emocional y productividad para un Estado.
Los firmantes del manifiesto nos explican que es mejor evitar la institucionalización de los bebés y de los niños los primeros años de vida y se basan en varias premisas que detallan aquí:
La figura de apego de los primeros años es la que provee de la seguridad básica esencial para poder explorar el mundo y establece la capacidad de relacionarse con los demás de modo sano
El desarrollo del cerebro depende de la calidad de la crianza
Los efectos negativos probados de la institucionalización parcial o total sobre la evolución infantil
Los expertos también desmienten las creencias de que hay que “socializar” a los bebés a los pocos meses, que el fracaso escolar se soluciona con más horas de escolarización y que lo mejor que podemos brindar a nuestros hijos es trabajar “de sol a sol” para poder pagar actividades extraescolares y objetos de consumo.
Se quejan de que la inversión pública se centra en guarderías, hospitales, equipos de salud mental infarto-juvenil y más psicofármacos para la infancia, y no en apoyar y ayudar a los padres en la crianza de sus hijos como en los países escandinavos.
(…) Son sólo algunas de las principales razones por las cuales la sociedad debe contribuir a la crianza de sus jóvenes continuadores. Para ello, resulta fundamental que se comprometa con una verdadera conciliación de la vida laboral y familiar, ayudando a los padres que decidan cuidar personalmente a sus hijos a que tengan el tiempo para ello.
Los padres y los bebés de nuestras sociedades se merecen la posibilidad de que, si las madres y padres quieren, puedan ser ellos los principales cuidadores de sus hijos, al menos durante los dos primeros años. Sobre todo, teniendo en cuenta que, con los niveles actuales de natalidad, eso sólo ocurrirá una o dos veces en la vida.
Y demandan prolongar hasta los dos años el tiempo de cuidado compartido por maternidad/paternidad con protección pública para todos aquellos padres que deseen ocuparse personalmente de sus hijos y guarderías, para quienes las necesiten, pero con un ratio de una persona por cada 3 ó 4 bebés (ahora es el doble).
En este sentido podemos citar las experiencias de otros países como largas bajas de maternidad (64 semanas en Suecia, 52 en Noruega, 50 en Dinamarca y 44 en Finlandia) y el sueldo sustitutorio de Alemania durante 1 año (80% del total) para el progenitor que cuide al bebé.
Felicitamos a los profesionales que han desarrollado el manifiesto por 3 motivos:
por llegar a la raíz de los problemas sociales y psicológicos actuales,
por demostrar que la crianza es importante aunque nuestra sociedad sólo valore a las mujeres “externamente” y desprestigie la invisibilidad del hogar,
y por su valentía en desligarse de la tendencia oficial de defender que “con un poco tiempo de calidad” es suficiente para los niños (véanse declaraciones del Sr. Estivill y Sr. Urra -comentario 13- a este respecto).
Y no es esta la primera denuncia que hay a favor de la crianza con apego y potenciar la conciliación laboral en España porque recordamos el vídeo “Tiempo para todos” de la Comisión Nacional para la Racionalización de los horarios, la campaña de las familias numerosas, las concentraciones de la Asociación Criar con el Corazón, …
Lo que sí es novedoso es que surja del ámbito de la medicina y psiquiatría y que hagan tanto hincapié en que la prevención de muchos “males” empieza en casa con una base emocional sólida y que las soluciones no están en el Ritaline.
Como hemos dicho en tantas ocasiones, el ejemplo y el amor para nuestros hijos necesitan de nuestra presencia y habrá que reivindicarlo las veces que haga falta y donde haga falta para las autoridades lo asuman y faciliten porque la sociedad del “todo por los niños pero sin los niños” está condenada al fracaso.
Sitio oficial: Más tiempo con los hijos
En El Blog Alternativo: El amor no tiene precioEn El Blog Alternativo: Conciliación familiar-laboralEn El Blog Alternativo: La igualdad mal entendida
Más información: Escolarización de 0 a 3 años (Tenemos tetas)Más información: Retrasar la escolarización a los 6 años (El País y El Periódico)Más información: ¿Tiempo de calidad o calidad de tiempo? (Bebes y más)Más información: Conciliación y violenciaMás información: Estudios del investigador Jay Belsky sobre guarderías y agresividad (El Mundo)Más información: Cuanto menos tiempo pasa un niño con su madre, más agresivo (Holístika)
Más información: Web de Laura GutmanMás información: Web de Casilda RodrigáñezARTÍCULOS RELACIONADOS
El amor no tiene precio (18)
La cultura de las nanas (9)
Reloj del mundo. ¡Que rápido va todo! (5)
Maternidad y trabajo por Laura Gutman (6)
Padres que delegan su papel en la escuela. Carta de una profesora quejándose de que se dedican a “criar” además de “educar” (3)
Varios profesionales de la medicina, neurología, psicología y psiquiatría (ojo al dato) firmaron y publicaron el 15 de Septiembre del 2009 un manifiesto a favor de dos años de maternidad/paternidad garantizados por los poderes públicos.
Esta iniciativa es una gran noticia, pero el hecho de tener que justificar y reivindicar públicamente que criar a nuestros hijos es vital para ellos y para el colectivo es el ejemplo más esclarecedor de lo desorientada que está nuestra sociedad.
Lo que es una obviedad en pueblos menos “desarrollados” tecnológicamente, aunque más mamíferos y mucho menos adultocentristas que nosotros, y lo que tienen muy claro en las sociedades con un estado de Bienestar más amplio, como las nórdicas, a nosotros nos lo tienen que explicar con infinitos estudios de conexiones cerebrales, vínculo y comportamiento para que entendamos que nuestros hijos necesitan nuestro tiempo y que esa es la mejor inversión, en salud, equilibrio emocional y productividad para un Estado.
Los firmantes del manifiesto nos explican que es mejor evitar la institucionalización de los bebés y de los niños los primeros años de vida y se basan en varias premisas que detallan aquí:
La figura de apego de los primeros años es la que provee de la seguridad básica esencial para poder explorar el mundo y establece la capacidad de relacionarse con los demás de modo sano
El desarrollo del cerebro depende de la calidad de la crianza
Los efectos negativos probados de la institucionalización parcial o total sobre la evolución infantil
Los expertos también desmienten las creencias de que hay que “socializar” a los bebés a los pocos meses, que el fracaso escolar se soluciona con más horas de escolarización y que lo mejor que podemos brindar a nuestros hijos es trabajar “de sol a sol” para poder pagar actividades extraescolares y objetos de consumo.
Se quejan de que la inversión pública se centra en guarderías, hospitales, equipos de salud mental infarto-juvenil y más psicofármacos para la infancia, y no en apoyar y ayudar a los padres en la crianza de sus hijos como en los países escandinavos.
(…) Son sólo algunas de las principales razones por las cuales la sociedad debe contribuir a la crianza de sus jóvenes continuadores. Para ello, resulta fundamental que se comprometa con una verdadera conciliación de la vida laboral y familiar, ayudando a los padres que decidan cuidar personalmente a sus hijos a que tengan el tiempo para ello.
Los padres y los bebés de nuestras sociedades se merecen la posibilidad de que, si las madres y padres quieren, puedan ser ellos los principales cuidadores de sus hijos, al menos durante los dos primeros años. Sobre todo, teniendo en cuenta que, con los niveles actuales de natalidad, eso sólo ocurrirá una o dos veces en la vida.
Y demandan prolongar hasta los dos años el tiempo de cuidado compartido por maternidad/paternidad con protección pública para todos aquellos padres que deseen ocuparse personalmente de sus hijos y guarderías, para quienes las necesiten, pero con un ratio de una persona por cada 3 ó 4 bebés (ahora es el doble).
En este sentido podemos citar las experiencias de otros países como largas bajas de maternidad (64 semanas en Suecia, 52 en Noruega, 50 en Dinamarca y 44 en Finlandia) y el sueldo sustitutorio de Alemania durante 1 año (80% del total) para el progenitor que cuide al bebé.
Felicitamos a los profesionales que han desarrollado el manifiesto por 3 motivos:
por llegar a la raíz de los problemas sociales y psicológicos actuales,
por demostrar que la crianza es importante aunque nuestra sociedad sólo valore a las mujeres “externamente” y desprestigie la invisibilidad del hogar,
y por su valentía en desligarse de la tendencia oficial de defender que “con un poco tiempo de calidad” es suficiente para los niños (véanse declaraciones del Sr. Estivill y Sr. Urra -comentario 13- a este respecto).
Y no es esta la primera denuncia que hay a favor de la crianza con apego y potenciar la conciliación laboral en España porque recordamos el vídeo “Tiempo para todos” de la Comisión Nacional para la Racionalización de los horarios, la campaña de las familias numerosas, las concentraciones de la Asociación Criar con el Corazón, …
Lo que sí es novedoso es que surja del ámbito de la medicina y psiquiatría y que hagan tanto hincapié en que la prevención de muchos “males” empieza en casa con una base emocional sólida y que las soluciones no están en el Ritaline.
Como hemos dicho en tantas ocasiones, el ejemplo y el amor para nuestros hijos necesitan de nuestra presencia y habrá que reivindicarlo las veces que haga falta y donde haga falta para las autoridades lo asuman y faciliten porque la sociedad del “todo por los niños pero sin los niños” está condenada al fracaso.
Sitio oficial: Más tiempo con los hijos
En El Blog Alternativo: El amor no tiene precioEn El Blog Alternativo: Conciliación familiar-laboralEn El Blog Alternativo: La igualdad mal entendida
Más información: Escolarización de 0 a 3 años (Tenemos tetas)Más información: Retrasar la escolarización a los 6 años (El País y El Periódico)Más información: ¿Tiempo de calidad o calidad de tiempo? (Bebes y más)Más información: Conciliación y violenciaMás información: Estudios del investigador Jay Belsky sobre guarderías y agresividad (El Mundo)Más información: Cuanto menos tiempo pasa un niño con su madre, más agresivo (Holístika)
Más información: Web de Laura GutmanMás información: Web de Casilda RodrigáñezARTÍCULOS RELACIONADOS
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viernes, 9 de octubre de 2009
La vida en un cochecito
La vida del bebé en un cochecito (o silla de paseo)¿Podría influir de algún modo el uso habitual de sillitas de paseo en el desarrollo del lenguaje en los niños? En Gran Bretaña, los maestros vienen observando desde hace unos años un declive en las capacidades lingüísticas de muchos niños, hasta el punto de que han empezado a preguntarse si el uso y orientación de los cochecitos podría influir en este hecho.Los bebés que van sentados mirando hacia delante no tienen contacto visual con sus padres o cuidadores, y por tanto no pueden interactuar con ellos. En el ruidoso entorno urbano, los bebés pueden tener dificultades incluso para oír a sus padres cuando estos les hablan. Por supuesto, esto no ha sido siempre así, ni en todas partes. El uso de cochecitos para el transportes de bebés surgió en el siglo XIX en la Inglaterra victoriana, pero esos primeros cochecitos se diseñaban situando al bebé de cara a sus cuidadores. No fue hasta finales de la década de 1960 cuando surgieron las primeras sillitas plegables, adaptadas a las reducidas dimensiones de las viviendas urbanas modernas. La necesidad de que se pudieran plegar motivó que se diseñaran de forma que el niño queda de espaldas al adulto que empuja el cochecito.Si los bebés pasan un número considerable de horas durante sus primeros años en sillitas que entorpecen la interacción con los demás, ¿no podría dificultar esto su aprendizaje del lenguaje? La neurociencia nos dice que el cerebro se desarrolla sobre todo entre el nacimiento y los 3 años, período en que la interacción social favorece el desarrollo neurológico o, por el contrario, lo frena. Sue Gerhardt explica de forma contundente en El amor maternal (Why love matters, 2005) cómo la interacción con los demás, y sobre todo con los padres o cuidadores principales, “modela” el cerebro del bebé y el desarrollo o limitación de ciertas áreas cerebrales.A partir de estas hipótesis, la ONG británica National Literacy Trust, que desarrolla campañas en pro del desarrollo de las capacidades lingüísticas de la infancia, encargó en 2008 un estudio sobre el tema a un equipo de investigadores de la Universidad de Dundee (Escocia). El equipo, dirigido por la Dra. Suzanne Zeedyk, llevó a cabo un estudio de observación de 2.722 familias con bebés, por todo el país. Paralelamente, los investigadores estudiaron el comportamiento de 20 bebés, a lo largo de un recorrido por el centro de la ciudad de Dundee. Durante la mitad del paseo, los bebés iban orientados hacia la ruta, y la otra mitad orientados hacia la madre o cuidador.El primer estudio permitió observar que las sillitas donde el bebé va de cara a la ruta son, con diferencia, las más comunes, pero que los bebés tenían muchas menos posibilidades de interactuar socialmente en este tipo de sillas. Sólo en un 11% de casos se observó que los cuidadores les hablaban a los niños. Por el contrario, en sillas que permiten llevar a los bebés de cara a sus padres o cuidadores, se vio que estos les hablaban en un 25% de los casos, y aún más cuando los llevaban encima mediante portabebés o cuando caminaban con ellos.¿Podría ser, simplemente, que los padres más habladores tuvieran tendencia a comprar cochecitos que permiten el contacto visual con el bebé? No parece probable, ya que en el segundo estudio del equipo de Dundee 20 madres y bebés de entre 9 y 24 meses probaron ambos tipos de cochecitos, y se pudo ver que durante el trayecto cara a cara las madres les hablaban a sus bebés el doble, y tanto ellas como los bebés se reían más. Y no sólo esto. Además, y los patrones de sueño y ritmo cardíaco de los bebés eran diferentes cuando iban orientados de cara a la ruta o de cara a su madre o cuidador.La Dra. Zeedyk reconoce que “como psicóloga del desarrollo, nunca se me había ocurrido pensar en este tema, y me sorprendió que ningún otro científico lo hubiera estudiado aún”. “Nuestro estudio experimental mostró que, simplemente al darle la vuelta a la orientación de la sillita, se duplicaba el porcentaje de padres que le hablaban a su bebé. Tampoco había previsto que un alto porcentaje de bebés se durmiera yendo de cara a su portador: un 52% frente a un 27% de los que iban en sillitas orientadas en el sentido de la marcha. Fue una sorpresa total. Resulta significativo, ya que tenemos más tendencia a dormir cuando nos sentimos relajados y seguros.” Según Suzanne Zeedyk, esto indica que probablemente los niños se sienten más estresados cuando van en sillitas orientadas hacia el exterior.Por supuesto, los niños no pasan todo su tiempo en sillitas o cochecitos, pero sí que pasan, por término medio, unas dos horas diarias en ellos. El conocimiento científico actual nos dice que el desarrollo del lenguaje del niño está determinado casi totalmente por las conversaciones diarias que sus padres tienen con ellos. Al llevar al bebé en un cochecito que entorpece la interacción, los padres o cuidadores no pueden ver qué cosas atraen su atención y pierden valiosas oportunidades para hablar y comunicarse. La ciencia nos demuestra, asimismo, que el desarrollo del bebé es mucho mejor si sus padres están disponibles, desde el punto de vista emocional y cognitivo, para responder a sus sutiles señales de necesidad de atención y seguridad. Los cochecitos donde el bebé va orientado hacia la ruta no satisfacen esta necesidad; más bien, afirma Suzanne Zeedyk, “es probable que estos cochecitos interfieran en la capacidad de los padres de sintonizar rápidamente con las necesidades e intereses de sus hijos”.¿Por qué hasta ahora la ciencia no ha prestado atención a cuestiones relacionadas con el modo en que transportamos a nuestros bebés? Probablemente, porque la evidencia empírica disponible en la comunidad científica sobre la importancia de la interacción social para el desarrollo neurológico y fisiológico de los niños apenas está empezando a infiltrarse en nuestra conciencia social. Puede, también, que esta falta de atención proceda de un cierto desprecio sobre el papel que desempeñan los padres en la capacidad de los niños para procesar y dar sentido a sus experiencias. Es cierto que a medida que crece el niño se interesa más por su entorno, y desde ese punto de vista el orientar al bebé hacia el mundo exterior puede verse como algo que propicia ese interés por el mundo. Pero si los niños no pueden apoyarse en los gestos y la expresión facial de sus padres, no tienen ninguna ayuda para determinar qué cosas son seguras o cuáles suponen una amenaza, cuáles son interesantes y agradables y cuáles peligrosas. La respuesta parental desempeña un papel clave para ayudar al niño a desarrollar y regular sus propios sistemas fisiológicos, y aprender qué significado debe atribuir a las cosas que observa en el mundo que le rodea. Los cochecitos modernos interfieren sin duda en esta respuesta parental.“Nuestros datos -concluye la Dra. Zeedyk– sugieren que, para muchos bebés, la vida en un cochecito resulta pobre emocionalmente y tal vez estresante. Los bebés estresados crecen y se convierten en adultos con ansiedad. Parece, por nuestros resultados, que es hora de que empecemos a desarrollar una investigación a mayor escala sobre este tema. Los padres merecen poder tomar decisiones informadas para favorecer mejor el desarrollo emocional, físico y neurológico de sus hijos.”Sobre Suzanne ZeedykSuzanne Zeedyk es profesora de Psicología del Desarrollo en la Universidad de Dundee (Escocia). Suzanne ha dedicado los últimos 15 años a investigar las interacciones entre padres e hijos, con el propósito de comprender las complejidades de la comunicación infantil, incluso desde los primeros meses de vida.Web: http://www.dundee.ac.uk/psychology/people/academics/mszeedyk/index.htmaSobre el estudioEl informe What’s life in a baby buggy like?: The impact of buggy orientation on parent-infant interaction and infant stress (¿Cómo es la vida en un cochecito? El impacto de la orientación del cochecito en la interacción entre padres y bebés y el estrés infantil) es un estudio de investigación dirigido por la Dr. M. Suzanne Zeedyk en colaboración con la organización National Literacy Trust. Puede descargarse (en inglés) en: http://www.literacytrust.org.uk/talktoyourbaby/Buggy_research.pdf http://www.crianzanatural.com/art/art105.html
Fuente:http://www.kangurito.com.ar
Fuente:http://www.kangurito.com.ar
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